Si bien el living es un espacio que se decora y personaliza de acuerdo a gustos y necesidades, existen algunos errores básicos y comunes que pueden influir no sólo en la estética, sino también en la funcionalidad del ambiente.
En esta nota Any Fornieles, Diseñadora de Interiores (anyfornieles.deco) explica cuáles son y de qué manera podés evitarlos.
1. Darle el protagonismo a la TV
Si bien a veces es inevitable disponer de una, no se debe permitir que se convierta en la reina del salón y se lleve todas las miradas. Hoy en día, existen diferentes recursos para ocultarla: desde módulos corredizos hasta espejos y muebles.
Otro error muy común tiene que ver con su ubicación. Siempre debe estar a 1,5 metros de distancia con respecto al sillón y ubicada en paralelo a la ventana, para así evitar los reflejos en la pantalla.
2. La ubicación de la mesa ratona
No hay nada más incómodo que una mesa mal ubicada. Lo ideal es poder llegar estirando el brazo sentados desde el sofá y para eso, hay que respetar los 45/50cm de paso entre ella y el sillón.
3. Pegar todo a la pared
Si bien es cierto que con este recurso el ambiente puede parecer más grande visualmente, se corre el riego de que el espacio central quede vacío. Lo ideal sería diagramar bien el ambiente para evitar que esto suceda.
4. La iluminación
Para el living siempre es clave elegir luz cálida (por debajo de los 3.300K). Es fundamental distribuir bien los puntos más allá de la luz general, por ejemplo, para los rincones de lectura.
Siempre recordar la regla: tres de las cuatro esquinas del espacio deben estar iluminadas.
5. Tapar la luz natural
Cuanta más cantidad de luz haya en el ambiente, más amplio parecerá. Por eso es importante evitar cometer el error de tapar su entrada con muebles.
6. Cargar demasiado las paredes
Si cuenta con un papel pintado, no se necesita mucho más. En cambio si está pintada, se pueden cargar algunas de las paredes. Pero siempre dejando el resto más despejadas: la moderación es clave.
Un cuadro en grandes dimensiones, una lámpara de pie, o un espejo, llena de manera limpia y ordenada cualquier espacio.
7. Temor al color
La clave es utilizar una base neutra y sobre ella, aportar toques de color. Es decir, elegir un máximo de tres colores y combinarlos en almohadones, alfombras y textiles.
8. No sacarle provecho a las alfombras
Son un recurso excelente para distribuir ambientes y sin embargo, se suelen utilizar en tamaño chico para que no roben espacio. Una alfombra que sólo tiene encima la mesa ratona, hará que el living se vea mucho más bajo.
Fuente: Any Fornieles, Diseñadora de Interiores @anyfornieles.deco