Lejos de todo, en la ciudad que lo vio nacer, crecer y probar sus primeros goles. Ése es el lugar que eligió Batistuta para instalarse con su mujer, Irina Fernández. Los chicos, que ya están grandes, van y vienen a esta casa de campo instalada en Reconquista, Santa Fe.
La propiedad de los Batistuta tiene 129 mil hectáreas. Tiene una galería con arcadas, muebles de algarrobo y una deco estilo rústica. En los jardines de los alrededores de la casa, Irina disfruta de sus plantas. Y es fan de los girasoles.
Además, Irina le dedica tiempo a cultivar orquídeas, margaritas, cactus y rosas. Son increíbles sus rosales.
Mientras Irina se dedica a la jardinería, El Bati despunta el vicio con la cocina: tiene parrilla y horno de barro y oficia como el mejor de los anfitriones cuando van sus hijos, la familia o amigos.
Sin duda, la familia disfruta muchísimo de la actividad al aire libre que ofrece esta casa de campo. Los almuerzos en la galería, la pileta y los juegos.
Foto: IG
Además, Batistuta y su mujer suelen montar a caballo, incluso con su nieto.
Los perros abundan en la casa del campo. Y conviven con diferentes animales de granja.
La pileta es sin duda el lugar preferido de la casa. Tanto de día como de noche... La pileta tiene reposeras de madera para disfrutar de día, y también en algunas esquinas, Irina colocó vasijas de barro con plantas.
El living comedor es el centro de la casa cuando hay que estar puertas adentro.
Los muebles macizos y rústicos se destacan en un amplio ambiente de paredes blancas. El hogar se detaca en las noches de invierno.
Y en un rincón, hay hasta una mesa con paño de fieltro verde para jugar a las cartas. Lo lúdico siempre presente.