La vida de Harry y Meghan fuera de la realeza británica no es para nada austera, sino todo lo contrario. Al parecer, la nueva vida alejada de las funciones de royals les ha traído muchos beneficios económicos, ya que contaban con una buena base como punto de partida.
Según un informe de la revista Forbes, la pareja, que tiene a sus hijos Archie y Lilibet, acumula entre su patrimonio, sus ingresos y la rentabilidad de sus negocios una gran fortuna y su nueva vida en California (Estados Unidos) no dista demasiado de una vida de reyes.
¿A qué beneficios renunciaron? Dejaron de recibir la asignación del presupuesto que les correspondía del ducado de Cornualles —800.000 dólares anuales— y devolvieron el dinero que se gastaron en la reforma de Frogmore House (unos 3 millones). Además, Harry no será beneficiario de la herencia de casi 100 millones que dejó su bisabuela (la reina madre).
Cuando llegaron a Estados Unidos lo hicieron con un ahorro de cinco millones de dólares. Y esto tiene una explicación: en 2018, Harry recibió 10 millones de la herencia de la princesa Diana de Gales, los ahorros de Meghan procedentes de su trabajo como actriz alcanzan los 2 millones (ganados especialmente con su papel en Suits).
A partir de este momento, los números fueron creciendo. Harry intervino en una cumbre privada de JPMorgan en Miami en febrero de 2020 en la que habría recaudado un millón de dólares. Además, recibieron beneficios de 100 millones de dólares por producir contenidos para Netflix.
También cuentan con beneficios de entre 15 y 18 millones de dólares a lo largo de tres años por su contrato con Spotify para producir podcasts bajo el sello Archewell Audio. Unos 3,5 millones anuales libres de impuestos.
Además, la cadena CBS donde se emitió la entrevista que les realizó la famosa presentadora Oprah Winfrey, les pagó 7 millones de euros, mientras que la CBS, 10 millones.
Por su parte, Harry firmó un contrato con BetterUp (una startup de salud mental) y si bien no se sabe cuál es su sueldo, se calculan unos 800.000 euros al año. Por su lado, Megan anzó su primer cuento infantil, The Bench y según uno de sus biógrafos, habría cobrado una cifra de 600.000 euros.
Además, el duque de Sussex cerró otro acuerdo de 17 millones de euros con la editorial Penguin Random House para escribir sus memorias, y allí revelará cómo vivió la muerte de su madre y quién cree que es el responsable.
