Pasó unos años viviendo entre México, Los Ángeles y Buenos Aires. Sin embargo, en 2015 Déborah de Corral, ex modelo, decidió sentar las bases de algo nuevo: se estableció en Miami con el productor musical Gustavo Menéndez, su novio por ese entonces, y juntos probaron la convivencia. “Ya habíamos hecho un ensayo de compartir casa en Los Ángeles; yo tenía mis mañas y a pesar que desde chica vivía sola, decidí jugármela. Nos fue muy bien. Con el tiempo compramos una casa juntos y en 2018 nos casamos”, contó a ¡Hola!
Déborah, que fue pareja de dos integrantes de Soda Stereo, Charly Alberti en la década del 90 y Gustavo Cerati entre 2002 y 2006, y que en los últimos años dejó el modelaje para dedicarse a la música y a la cocina, contó que en Miami puso su propio restaurante, Tigre. “Es un proyecto que venía madurando desde hace bastante tiempo, tiene mucho corazón”, afirmó en la misma entrevista.
Con respecto a su vida en Miami (su restó queda en el barrio Little River), la exmodelo y empresaria contó que "se adaptó enseguida". "Por suerte, me adapté enseguida, cosa que no me pasó en Los Ángeles", dijo. "Me reencontré con argentinos que ya conocía como Inés Rivero y me conecté con argentinos que no conocía, latinos y algunos gringos con swing (risas). Lo genial de Miami es que tenemos una comunidad variopinta y multilatina muy cálida, una cualidad que en otros estados ya es más difícil de encontrar", agregó.
Sin embargo, Déborah contó que aún no se pudo adaptar al clima. "Lo que me cuesta mucho es el clima de acá. Yo soy del Río de la Plata, me gusta el invierno, el frío, el cuero, las botas, la gamuza y Miami es un verano zarpado todo el año. Yo no soy una chica tropical", explicó.
Si bien llegó a sacar dos disco, en la actualidad la ex modelo dijo estar alejada del rubro musical. "En este mundo sexista que vivimos –salvo raras excepciones– la industria de la música pareciera determinar que las mujeres a cierta edad ya caducan", aseguró.
"Ni hablar del modelaje, que por suerte lo dejé antes que me dejara a mí. Y esto que te digo es algo que vale la pena observar, un hombre a los 60 sigue cantando rock y sigue siendo tan canchero como en sus veintipico. En cambio, una mujer no es mirada de la misma manera", agregó.
Y completó: "Hoy estoy dedicada ciento por ciento a la cocina, pero si el día de mañana quiero volver a sacar otro disco, lo voy a hacer, no me importa si no lo quiere escuchar nadie. Con la cocina sí creo que puedo tener una carrera de larga data, sin fecha de vencimiento".