Las plantas aportan ese plus de calidez necesario para darle el cierre perfecto a la decoración de cualquier ambiente del hogar. Con su frescura no sólo embellecen, también purifican el aire que respiramos, siendo muy beneficiosas para la salud.
La aspidistra es una clásica planta de interior que tiene la capacidad de cumplir con esa función. Se adapta con facilidad a los diferentes espacios y no requiere de cuidados exigentes, por lo que es ideal para principiantes en el mundo de la jardinería o para aquellos que no cuentan con tiempo suficiente para dedicarle.
También conocida como orejas de burro, la aspidistra es una planta herbácea originaria de Asia que se adapta con facilidad tanto a interiores como a exteriores.
Sus imponentes hojas ovaladas y jaspeadas de un color verde intenso, pueden llegar a medir hasta 70cm de largo y son las encargadas de llenar de calidez y frescura cualquier rincón del hogar.
El ambiente ideal para colocar esta especie es aquel que cuente con una buena iluminación pero siempre evitando que quede expuesta a los rayos intensos del sol, ya que podría quemar sus hojas volviéndolas amarillas.
Las temperaturas perfectas para esta especie van a ser aquellas que se mantengan entre los 13ºC y 21ºC.
Por otra parte, es fundamental evitar el exceso de humedad, ya que el mismo puede causar la aparición de manchas sus hojas su debilitamiento.
Su riego debe ser moderado ya que no tolera el exceso de agua. Se recomienda hacerlo una vez por semana y siempre verificando que el sustrato esté seco entre riego y riego.
Para contribuir aún más a su crecimiento y a que sus hojas luzcan de un color verde intenso, se recomienda colocar algún fertilizante disuelto en el agua de riego. Con hacerlo una vez al mes, es más que suficiente.