Desde el 13 de agosto Netflix estrenará El Reino, un thriller político apasionante con un nivel de producción pocas veces visto en el país, con eje central entre la combinación del mundo de la política y la religión. Un candidato presidencial es asesinado en el acto de cierre de campaña y el segundo, un pastor evangélico, toma ese lugar para convertirse en el nuevo líder del país. “Es una muy buena serie para que en el mundo nos conozcan”, define Joaquín Furriel , uno de los protagonistas, en una entrevista exclusiva con Para Ti.
“La problemática tiene algo muy contemporáneo como la combinación entre la política tradicional y, en este caso, los evangelistas… por elegir un grupo religioso que se suma al poder. A nosotros nos sorprende un poco, pero hemos tenido presidentes que hablaron mucho de la moralidad católica. Lo aceptamos porque somos países principalmente católicos, lo que nos parece normal. Pero en uno laico no es normal que alguien venga a decirte que hay un Dios o que ciertas leyes se tienen que debatir en un ámbito religioso”, considera al hablar del eje de la trama.
Su personaje, Eduardo Osorio, un inescrupuloso jefe de campaña, responde a las esferas más altas del poder. Un hombre que no tiene escrúpulos ni conoce los límites, cuyo único fin es trazar alianzas que le permitan cumplir con sus planes: que el pastor Emilio Vázquez Pena (Diego Peretti) llegue a la presidencia luego del asesinato de Armando Badajoz (Daniel Kuzniecka), la persona con la que trabajaba inicialmente.
“Lo que trabajamos con Marcelo Piñeiro (uno de los autores junto a Claudia Piñeyro) era el pragmatismo que tiene el personaje que va más allá de cualquier moral. Él, lo que quiere, es lograr sus objetivos. Si para eso tiene que aliarse con los evangelistas para ganar una elección va a hacer todo lo posible para unir el mundo de la política tradicional con ese. Este es un personaje que lo tiene totalmente sindido. No tiene un valor emocional lo que hace, sino algo ecuménico de lograr sus proyecciones. Entra en una matrix de poder en donde es una pieza más”, cuenta.
Volver a grabar en medio de la pandemia
Con un elenco estelar compuesto además por Mercedes Morán, Diego Peretti, Nancy Dupláa, Peter Lanzani, Chino Darín, Vera Spinetta y Sofía Gala buscarán conquistar a la audiencia de la plataforma de streaming a través de una primera temporada de ocho capítulos. “Los disfruté mucho como espectador porque es un proyecto que lo considero coral. Es muy diferente a cuando vos haces un personaje que protagoniza la historia y sos el driver, el que va llevando todos los conflictos que van pasando en la trama. Acá no. Salvo lo que yo hice, todo lo demás lo vi como un espectador. Disfrute muchísimo las historias y del gran trabajo que están haciendo mis compañeros. Es un elenco extraordinario”, dice.
Para los actores El Reino fue mucho más que cualquier serie que grabaron. Es que, más allá del nivel de producción, hubo un detalle mucho más especial: el rodaje había comenzado, se extendió durante dos meses y la cuarentena por la pandemia de coronavirus los obligó a posponerlo. Al retomar, fueron los primeros actores en probar los protocolos impuestos por el Ministerio de Salud de la Nación para este tipo de actividades. “Fue complejo. Raro. Creo que a todos nos afectó sensiblemente el confinamiento con particularidades. No se puede generalizar, pero yo no tenía muy claro cómo me iba a encontrar a la hora de filmar o cómo iba a estar mi inteligencia emocional para resolver las escenas. No sabía si algo me hacía sentir mejor o peor después de una experiencia de tantos meses sin trabajar”, confiesa furriel.
La política en la ficción trasladada a la vida real: “Yo creo que cada sociedad tiene sus complejidades. Habiendo tenido la posibilidad de viajar por trabajo o recreación, la Argentina no está exenta de muchos conflictos. Nos resulta más fácil a todos depositar toda nuestra frustración en la política, ¿no? También es cierto que la misma persona que se enoja y habla de la política de esa manera, muchas veces es la que no respeta las sendas peatonales o tira basura en la calle. En los mínimos detalles tiene un civismo cuestionable y exige a los políticos en lo cotidiano”.
Edición de Video: Manuel Adaro.
