La violeta africana no solo es una de las plantas de interior más resistentes, sino también una de las más bellas gracias sus imponentes colores vivos.
Suele florecer una vez al año y, a pesar de sus pequeñas dimensiones, tiene la capacidad de conquistar cualquier ambiente del hogar.
Originaria de Sudáfrica, su nombre científico es Saintpaulia y forma parte de una familia botánica compuesta por seis especies. Es una planta que crece hacia los costados y su altura no excede los 15 centímetros, tiene hojas ovaladas y flores de color violeta cubiertas por pilosidades que le dan a su superficie un aspecto aterciopelado.
El ambiente ideal para colocar esta especie es aquel que cuente con buena iluminación -pero sin sol directo ni corrientes de aire- permitiendo que florezca al menos una vez al año.
En cuanto a las temperaturas prefieren aquellas altas que oscilen entre los 17ºC - 21ºC, y se recomienda que nunca estén en un ambiente que baje de los 5ºC ya que podrían no sobrevivir.
Es clave que su riego sea moderado ya es una planta que no tolera el exceso de agua. Incluso se recomienda poner agua en el plato de debajo y dejar que absorba. Cuando se compruebe que el sustrato está completamente seco, se repite el procedimiento.
En cuanto al abono para contribuir aún más a su crecimiento, se recomienda hacerlo una vez al mes durante primavera y verano, con un poco de fertilizante líquido en el agua de riego.
Sin dudas, es una especie perfecta para llenar de color y calidez cualquier rincón del hogar.