El nombre Lionel Messi resuena en todo el mundo cuando este domingo, en una conferencia de prensa, se despidió oficialmente del club Barcelona entre lágrimas y aplausos. La estrella argentina deberá emprender ahora una nueva vida: dejar de asistir a los entrenamientos en el estadio Camp Nou quizás sea un detalle mínimo entre las tantas cosas que él y su familia dejarán de lado para comenzar pronto una nueva etapa.
“Hace 16 años que estoy en el primer equipo. Empezar de cero es un cambio duro para mi familia. Hice todo lo posible por quedarme y no se pudo. No tengo más nada que decir”, manifestó. La noticia generó una gran conmoción, aunque era algo inminente desde hace unos meses. La realidad es que si hace dos años alguien se preguntaba si el rosarino podía dejar de lado su carrera deportiva en la entidad española la respuesta era un contundente no… pero las cosas cambiaron.
Hoy la familia siente a esta novedad como una verdadera pérdida. Así se lo pudo ver a Thiago, prácticamente derrumbándose en un llanto desconsolado durante la conferencia de prensa. Las cámaras de la prensa captaron como el niño de ocho años compartía el dolor con su papá. Es que ni uno ni otro querían abandonar el club ni la ciudad, pero la situación financiera de la entidad fue la que delimitó la continuidad del astro argentino.
¿Cuál es la vida que Messi deja de lado?
Si bien no está confirmado, Lionel Messi pasaría a integrar el PSG, el equipo donde juega Mauro Icardi, el marido de Wanda Nara, en París. Esto implica una mudanza y llegar a una nueva cultura, dejando detrás toda la rutina desarrollada en Barcelona basada con actividades familiares y algunos sociales. La sencillez era lo que primaba durante este tiempo.
Su popularidad en más de una oportunidad le impide tener una vida normal: salir a comer, ir al teatro o al cine es todo un operativo. De hecho, esto se vio cuando intentó relajarse en Miami acudiendo a distintos restaurantes y una oleada de fanáticos lo aguardó en la puerta para obtener una foto o un autógrafo. Igualmente, esto se encuentra aceitado en esa ciudad española.
El lugar favorito del jugador para ir a comer con su familia es Casanova ni La Formatgeria de Llívia, un local gastronómico especializado en cocina de montaña y fondues emplazado en una antigua fábrica de quesos en el corazón de la Cerdanya.
También tendrá que olvidarse de las relajadas tardes en el Casanova Beach Club, una hermosa opción con una destacada cocina de fusión en un exclusivo espacio en tonos blancos, con camas balinesas y un chiringuito en la piscina. Allí logró sentirse verdaderamente como en casa cada vez que acudió, siendo tratado muy especialmente por el dueño del lugar que se convirtió en uno de sus amigos.
Messi tendrá que acostumbrar su paladar a la comida de su nuevo destino, abandonando esos arroces que tanto le gustaba comer en lugares como El Roxy, El Torreón o El Calamar, destacados por la comida mediterránea que es únicamente desarrollada acertadamente en esa zona.
Y esta es una despedida por partida doble: lejos de su amigo Luis Suárez y de su restaurante, El Chalito. Ubicado en el centro de Barcelona, en donde podía encontrar esos sabores del extremo sur de América. La carta ofrece una fusión de la comida uruguayo-argentina y entre la variedad de platos que hay de elaboración casera, se destacan las empanadas, las roscas, las milanesas y las pizzas.
