La historia de Ariadna Caballero, una joven de 22 años, es tremenda: durante dos años se sometió a una quimioterapia creyendo que tenía un tumor cerebral, pero en realidad se debió a una causa de mala praxis.
La realidad es que Ariadna tuvo -sin saberlo- durante 24 meses una esponja quirúrgica de medio centímetro dentro del cuello. La operaron de un linfoma de Hodgkin en 2019 y por error le dejaron la gasa en la intervención realizada en el Hospital público del Henares de Coslada, en Madrid.
"A principios de 2019 empecé a sentirme mal. Me agotaba, estaba muy cansada y en unos análisis me dijeron que tenía todos los valores triplicados", contó. La prueba definitiva determinó que tenía en el cuello un linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que se forma en el sistema linfático.
Esto le provocó un bulto en el cuello y un quiste. Como consecuencia de esta supuesta negligencia los especialistas pensaron que se agravaba el tumor y la sometieron a más ciclos de lo previsto de quimio y radioterapia.
Todo se descubrió en mayo cuando debieron operarla nuevamente porque el supuesto tumor había crecido. Pero en esa nueva intervención se dieron cuenta de que el bulto sospechoso crecía por la gasa.
Las consecuencias de esto son grandes. La joven perdió el trabajo como consecuencia del largo tratamiento además, hasta el momento no se sabe qué secuelas puede dejarle la quimioterapia innecesaria. Según anunció, realizará una denuncia judicial contra el centro médico.
