Un padre trabajaba todo el día en un banco y una mamá era ama de casa que estaba completamente abocada al cuidado de su hermano que tiene un retraso madurativo. Mery del Cerro habló este sábado en “PH, Podemos Hablar” de la dura infancia que vivió en el seno de una familia de clase media en donde a veces llegar a fin de mes era muy complicado.
La modelo, que actualmente conduce su propio reality en la pantalla de Telefe, recordó que acompañaba a su mamá en todas las tareas que necesitaba hacer en el marco de los cuidados o trámites referidos a Agustín.
“Era sacar el pase para el colectivo, el permiso… muchas horas. En casa no había ayuda y yo acompañaba a mi mamá en todo. No nos faltaba nada, pero llegar a fin de mes era un tema. Viví una infancia súper feliz, pero económicamente normal”, contó.
La revancha
Sus tardes eran frente a la televisión mirando “Chiquititas”, uno de los ciclos emblemáticos de Cris Morena con quien soñaba trabajar. Persiguiendo ese objetivo, un día fue a un casting que se realizó en la sede del canal de las pelotas ubicada en la localidad de Martínez.
“Quería estar ahí. Nos fuimos desde San Telmo, donde vivía, con mi mamá y Agus. Voy quedando, llego a una instancia final y ahí estaba Celeste Cid. Quedo ella”, informó. Al tiempo le pudo contar esto a la actriz… pero sin dudas lo mejor viene ahora.
Es que luego de terminar el colegio se sumó al reality “Súper M”, siguió con el modelaje y llegó ese momento tan esperado: ingresar al staff de Cris para ser parte de “Casi Ángeles”. Todo terminó con tres temporadas de la ficción juvenil y 240 show en el Gran Rex. “No podía creer haber logrado eso que tanto quise”, dijo.