La Corona de Cristo es una planta suculenta de crecimiento arbustivo, súper resistente y de fácil mantenimiento, perfecta para principiantes en el mundo de la jardinería y para decorar cualquier rincón del hogar.
También conocida como Espina de Cristo, es originaria de Madagascar y su nombre científico es Euphorbia Milli. Puede alcanzar una altura de hasta 2 metros y, con un clima adecuado, es capaz de mantenerse florecida durante todo el año.
Cuidados básicos de la Corona de Cristo
El ambiente ideal para colocar esta especie es aquel que cuente con una buena iluminación y sol directo, ya que resulta imprescindible para su floración. Sin embargo, también puede crecer sin problemas en espacios oscuros.
En cuanto a las temperaturas, prefieren los climas cálidos que oscilen entre los 20°C y 35°C y nunca bajar de los 5°C, ya que las heladeras resultan mortales para esta especie.
Su sustrato debe contar con un buen drenaje que no retenga demasiado la humedad -similar al que se utiliza para los cactus-, ya que podría causar la pudrición de sus raíces y de la planta en general.
En cuanto al riego, se recomienda hacerlo siempre que el sustrato esté completamente seco, ya que se trata de una planta que se caracteriza por ser súper resistente a las sequías y capaz de sobrevivir largos meses sin agua. Se recomienda hacerlo con agua de lluvia.