Contar con un ambiente exclusivo para armar el lavadero es un lujo. Otras veces, son las cocinas y los baños los que le hacen un lugar. En cualquiera de los casos, suele tratarse de espacios pequeños en los que cada centímetro cuenta y la clave va a estar en aprovecharlos al máximo para sacarle el mayor partido posible y que sea un lugar funcional pero también estético.
En esta nota, todos los tips y consejos de Any Fornieles (anyfornieles.deco), Diseñadora de Interiores.
Claves para diseñar y decorar el lavadero
Lo primero que hay que pensar es en las cañerías y en donde se va a ubicar el lavarropas y el lavabo. La manera más simple de diseñar este espacio clave es visualizando nuestra la rutina diaria.
Un ejemplo: muchas personas remojan primero la ropa en la bacha y luego la colocan en el lavarropas (todo continuo para no mojar el piso). En este caso, se va necesitar colocar una máquina lavadora que esté pegada a la pileta. Esta opción además es súper funcional, ya que se aprovecha un mismo desagüe.
Ganar espacio de apoyo es otro ítem clave para lograr un lavadero funcional. Un ejemplo es colocar un lavarropas con apertura frontal y aprovechar para poner una mesada encima. Eso sí: es importante dejar libres unos 85cm de alto y unos 62cm de ancho para que la máquina entre cómodamente.
El orden y la organización es otro punto clave a tener en cuenta. Para eso se recomiendan utilizar múltiples canastos -del material que se prefiera- para distribuir la ropa. Los estantes también son imprescindibles: bien ordenados y con lindos accesorios, cambian completamente el ambiente aportando un plus decorativo.
Los espacios para almacenar los productos de limpieza tampoco pueden faltar, sobre todo si hay niños pequeños en casa. Alacenas o modulares cerrados son los ideales, no solo se evitarán accidentes o derrames que puedan manchar la ropa, sino que también son una buena opción para mantener el orden.
Otro must que no puede faltar, es el tender. Lo ideal es colar un barral encima de la mesada para colgar camisas y prendas delicadas. Aprovechar las paredes para poner los tenders plegables también es una buena para ganar espacio y comodidad.
En cuanto a la iluminación, si es natural, mejor. De lo contrario se puede reemplazar por algún plafón de luz fría y potente, ya que una cálida podría distorsionar los colores.
Si no se cuenta con un ambiente exclusivo, se puede ubicar el lavadero en el baño o la cocina. Una opción muy popular en estos casos, consiste en esconderlo detrás de alguna puerta corrediza -tipo granero y varillado de madera son tendencia esta temporada-.