Qué fue de la vida de Cristina del Valle: la muerte de Claudio Levrino, su marido, fue uno de los golpes que tuvo que enfrentar, dejó la actuación y se dedicó a su familia - Revista Para Ti
 

Qué fue de la vida de Cristina del Valle: la muerte de Claudio Levrino, su marido, fue uno de los golpes que tuvo que enfrentar, dejó la actuación y se dedicó a su familia

Era una de las actrices de comedia favoritas de la tevé argentina y trabajó junto a grandes actores, pero tuvo una vida personal plagada de situaciones difíciles, que pudo superar con entereza. Confiesa que su familia es su prioridad y que en su profesión no tiene enemigos.
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La actriz de 79 años, reconocida por su trabajo en comedias como Matrimonios y algo más, tuvo una prolífica carrera en los años 70, 80 y 90 en cine y televisión, con una historia de vida que se define con la palabra superación: sufrió fuertes pérdidas y hasta padeció un cáncer de útero.

Siempre recordada con cariño, suele dar entrevistas en las que repasa su vida con la verborragia que la caracteriza y en eso que dice se puede reconocer a una enorme luchadora, querida desde siempre en el ambiente y por el público.

El shock de la muerte de Claudio Levrino

En 1980 la tragedia se atravesó en su vida de la manera menos pensada. Cristina estaba casada con el actor Claudio Levrino, con quien había tenido a su hijo Federico, que en ese entonces tenía dos años. Levrino era en aquel entonces muy popular: había protagonizado con gran éxito la novela Un mundo de 20 asientos y se encontraba al frente de la obra No pises la raya, querida. "Ese verano parábamos en la casa de mis padres, en Miramar, y Claudio viajaba a Mar del Plata para hacer la obra. Bueno, un día, en Miramar, Peter (hijo del doctor Alfredo Cahe, que era en ese momento su cuñado) y mi hijo Fede, que tenían dos añitos, agarraron el arma para jugar. Mi papá los vio, se asustó y vino a avisarme. Aparentemente el arma estaba descargada", relató.

Y continuó dando detalles de la noche de la tragedia: "Ese día yo estaba en el teatro con los Bredeston y Claudio me mandó a decir que fuera, porque me extrañaba. Después de la obra fuimos a comer y ya volviendo a casa, a eso de la 1.45 de la madrugada, le pedí que tirara el arma a la basura porque los chicos estaban jugando con eso. Vació el arma delante de mí, pero quedaba una bala en la recámara. Se puso el arma en la cabeza y disparó", contó en Intrusos.

Cristina y su hijo Fererico. Foto: @cristinadelvallenuevo

Esa noche en la que llovía torrencialmente Cristina creyó que el sonido del arma había sido el de un trueno. Nunca imaginó que su marido se había pegado un balazo y que, horas después moriría, dejando un enorme vacío en su vida. "Era una noche de terror. Pensé que era una pavada, nunca imaginé la gravedad de lo sucedido".

En ese entonces recibió mucho apoyo de sus colegas y también de su familia, que es hasta el día de hoy, su sostén: "Tengo mi familia, que es la de los Levrino más una hermana que me dio la vida, Liliana Levrino. Yo estuve casada siete años con mi primer marido, siete con Claudio Levrino, y veinte con Rubén Green. Si alguien me pregunta, ¿cómo puede ser que mi familia sean los Levrino? La respuesta es sencilla: siempre seguimos conectados y, a través de los años, seguí teniendo buena relación con mi suegra, que era una santa. Por otro lado, tengo a mis sobrinos, de apellido Cahe, que son muy importantes para mí", contó en una entrevista con Paparazzi.

Foto: IG

Años después, mientras protagonizaba la popular comedia televisiva Matrimonios... y algo más (uno de los programas más vistos en aquel entonces) en una operación de endometriosis le detectaron cáncer de útero. Cristina salió airosa de la situación a fuerza de su fe y de aferrarse a la vida: "Nunca tuve miedo de morirme porque tenía dos hijos que criar y muchas cosas por hacer. ¡Sabes cuánta terapia, cuántas misas, cuánto pedirle a la virgencita del Carmen!", señaló.

Tiempo después de perder a su segundo marido, llegaría una nueva oportunidad en el amor. Y es así que pasó 20 años de su vida junto al conocido actor Ruben Green pero que en 2003 murió de cáncer. Contó que tras su pérdida salía de su casa para ir al psiquiatra y que, tal y como lo había hecho antes: "me aferré a la vida y a mis hijos. Y cerré el círculo. Ya está", afirmó.

Cristina es conovocada para entrevistas en las que sigue recibiendo el gran cariño del público y de sus colegas. Foto: IG

Del Valle habló de su hijo Federico (histórico productor de Susana Giménez en Telefe): "A los 10 años tuvo un accidente con pirotecnia, que le mutiló parte de su mano derecha". Además contó que en aquel entonces "Susana (Giménez) se ofreció a pagarle un implante que costaba 500 mil euros. Pero Fede no quiso. Susana es un amor", contó la actriz en relación a la generosidad de la conductora.

Otro episodio trágico por el que atravesó su familia ocurrió un 18 de enero (misma fecha del accidente con el arma de su marido, años después): su nieto Lucas, que en ese entonces tenía 23 años, se accidentó con su moto. "No me lo dijeron hasta unos días después porque es una fecha muy fuerte para mí. La muerte de Claudio fue un golpe tremendo en mi vida", contó la actriz durante la misma entrevista.

"Se metió debajo de un camión con la moto. La única suerte que tuvo Lucas fue que la moto lo tiró y tenía casco. Estuvo muy grave pero le salvaron la vida", recordó. "Mi nieto iba a trabajar a las 8 de la mañana, y una señora lo golpeó de atrás con el auto. Estuvo en estado crítico, internado más de un mes. Yo no quería que tuviera moto, ni él ni mis hijos. Hoy Lucas está bárbaro, y tiene hasta costillas y caderas de acero", bromeó.

Además, la actriz reflexionó: "Creo que con eso cerré mi círculo de desgracias", dijo la actriz que mira con ojos vencedores las pruebas difíciles que le antepuso la vida: "Con todas las cosas que me pasaron, si encima hubiese nadado contra la corriente estaría internada en el Moyano. Siempre fui de ir para adelante, porque nadie empieza de nuevo. En los últimos seis años sufrí mi propio tsunami, pero salí adelante. Apuesto a la vida, y pienso que aún tengo cosas muy importantes para hacer".

Aunque es consciente de que nada es gratis para el cuerpo: "Como soy extremadamente sensible, cuando las cosas me duelen, me enfermo. El cuerpo siempre da una señal de alerta, lo que pasa es que la mayoría de la gente no se da cuenta".

Y finaliza reconociendo que disfruta mucho del "No hacer nada": "Me encanta el ocio. Me gusta no hacer nada. Cuando no tengo trabajo, leo, escucho música, miro tele, voy al teatro y al cine. Jamás me deprimo".

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