Las alfombras son un recurso de decoración perfecto. Imprimen estilo, dan calidez, visten cualquier ambiente, aíslan térmicamente y delimitan zonas. Pero hay algo más... si se las elige correctamente, pueden llegar a ser eternas e incluso convertirse en un básico atemporal que se adapte a las nuevas tendencias y estaciones del año.
Comprar una alfombra parece una tarea fácil pero en realidad, no lo es. El mercado ofrece tantas opciones en cuanto a diseños, tamaños, estilos, materiales y colores, que pueden prestar a la confusión. Por eso conocer una serie de tips, es clave para dar con una elección acertada.
Delimitar espacios con alfombras
Las alfombras son uno de los recursos más utilizados para zonificar y marcar la transición entre un espacio y el otro. Por ejemplo, se coloca una en el living y otra en el comedor, permitiendo separar las áreas.
Suele ser un recurso muy utilizado en los monoambientes y la clave está en elegir colores y materiales a tono con el resto del espacio.
El tamaño ideal
"Una alfombra debería ser lo suficientemente grande como para que las patas delanteras del sillón apoyen sobre ella. Si es chica, el resultado va a ser un ambiente más pequeño al real, en cambio con una más grande, se puede lograr una unificación del espacio si todos los muebles se encuentran sobre ella. Para crear una ilusión de espacio, se recomienda dejar 45cm entre el borde la alfombra y las paredes", explica Any Fornieles, Diseñadora de Interiores (anyfornieles.deco).
La importancia de los colores
A la hora de elegir el color, la clave está en encontrar uno que permita que se despegue visualmente del piso. Si bien para eso se recomienda generar un contraste, también pueden estar engamados. Eso sí, siempre es clave tener presente la regla de oro: los colores más claros aportan luz y agrandan visualmente el ambiente, por lo que si se trata de un espacio chico, se recomienda evitar los tonos más oscuros.
Un ejemplo: en pisos de madera, van muy bien las alfombras claras, pero también se puede jugar con tonos más oscuros y lograr un contraste interesante.
El material ideal
A la hora de pensar en el material es clave detenerse y pensar en quiénes y cómo viven en ese espacio, no es lo mismo si hay bebés, niños, mascotas o sólo adultos. Es por esto que el material tiene que adaptarse al estilo de vida, de lo contrario podría no durar mucho tiempo o incluso estorbar.