Una explosión de color, alegría y sensación primaveral, es lo que ofrecen los pensamientos, una de las plantas más populares y recomendadas para los últimos fríos del año. Con sus vistosas flores de múltiples colores intensos, llenan de vida cualquier jardín, balcón o terraza.
Si bien no requieren de cuidados muy exigentes, es importante conocer una serie de recomendaciones para contribuir a su correcto crecimiento y así poder disfrutar de sus coloridas flores hasta que lleguen los días más calurosos.
Originaria de Europa, su nombre científico es Viola x wittrockiana y forma parte de la familia de las violáceas. Es una planta híbrida bianual que produce hojas el primer año y el segundo flores, las cuales llegan a durar aproximadamente hasta cuatro meses.
Su tamaño es reducido ya que no supera los 25cm y su floración se extiende desde los primeros días del otoño hasta que comienzan las temperaturas altas con la llegada del período primavera-verano. Para alargar su época de floración, se recomienda quitar aquellas que estén marchitas y cortar las puntas de los tallos para que broten nuevos capullos.
Cuidados básicos de los pensamientos
Esta especie suele estar a la venta en viveros, por lo que se recomienda elegir aquellas plantas compactas con capullos pero con pocas flores. También se pueden cultivar por semilla en un sustrato que drene bien y pueda retener una buena dosis de humedad.
El ambiente ideal para plantar esta espacie es aquel que cuente con una buena cantidad de luz solar, aunque en regiones cálidas, se recomienda ubicarlas a la semisombra. Su rango de temperaturas oscila entre los -3ºC y 21ºC.
Su sustrato debe ser rico en nutrientes y contar con un buen drenaje que permita retener la humedad de una manera eficiente. Se recomienda utilizar fertilizante cada dos semanas aproximadamente, ya que es una planta que consume muchos nutrientes.
Su riego debe ser frecuente pero muy cuidado, ya que es una especie que no tolera los encharcamientos. Se recomienda hacerlo cada tres días y prestando una especial atención a no mojar sus pétalos.