Mercedes Ninci rompió en llanto al relatar un drama por el que pasan miles de argentinos producto de la crisis económica. A pesar de contar con un trabajo fijo, la cronista de Radio Mitre manifestó en “Debo Decir” que hay momentos en los que no llega con el dinero a fin de mes y que hasta le llega a faltar la plata para cargar la tarjeta SUBE con la que se moviliza para ir al trabajo.
“Nunca alcanza. Yo tengo cuatro hijos. La más grande va a una universidad privada porque estudia cine, los chicos van a la escuela pública, pero no alcanza. No lloro por mí, si yo tengo trabajos buenos y no me alcanza, pensá en el que vive en la villa, que no tiene laburo o no tiene un lugar para arreglarse y buscar laburo”, dijo al retratar una situación que es más que cotidiana.
Sus dichos generaron un gran impacto y este lunes decidió retomar el tema para ampliar el mensaje: “Yo trabajo en Mitre y colaboro en Infobae. Dejé la tele a raíz de los problemas que tuve con los dolores de cabeza. No tendría que ser noticia que yo no tenga para la tarjeta SUBE porque cualquier asalariado, trabajando en un lugar y por mas bueno que sea, no le alcanza con la inflación que hay”.
“Lo que tendríamos que discutir si yo tengo o no, porque de ultima le pido a mi mamá o a mi hermano como he hecho, sino que siete de cada diez chicos no tienen para comer en Argentina. Eso es gravísimo. No me quiero comparar con la gente que tiene necesidades básicas, somos parte de una clase media que no nos alcanza (para cumplir todos los gastos)”, agregó en “A la Tarde”.
Mercedes anunció que está a punto de recibir el alta
En la nota explicó que su emoción se debió a una mezcla de sensaciones: por un lado, estaba este problema económico y, por el otro, todo lo que significó su estado de salud en el último tiempo. La periodista se había descompensado cuando integraba el panel del programa de Mariana Fabbiani a principios de julio, quedó internada en terapia intensiva y descubrieron que padecía el síndrome de vasoconstricción cerebral reversible.
Esta patología es un trastorno caracterizado por cefaleas abruptas y severas: en los peores casos, estos episodios desencadenan complicaciones como el síndrome de encefalopatía posterior reversible, infarto cerebral isquémico o hemorragias intracraneales, incluso la subaracnoidea cortical, intracerebral o hemorragias subdurales.
Luego de una larga recuperación, con el reposo como protagonista, pudo comenzar a salir adelante: “Estoy muy bien. Me falta el último análisis y me dan de alta. Todavía hay cosas que no puedo hacer, como subirme al avión, pero si puedo hacer un montón de cosas. La doctora me dijo que no me estrese”.
