El sábado 28 de agosto cuando ingresó al estudio para hacer “La Noche de Mirtha” tuvo nervios y se supo que el día anterior llegó a dudar en si era conveniente presentarse o no. En principio se la vio adaptándose al nuevo estudio, pero a los pocos minutos Mirtha Legrand era la misma de siempre… ¡y brilló!
Esa vuelta, producida debido a que Juana Viale estaba cumpliendo el aislamiento luego del viaje a Francia, la motivó a tomar fuerza para acelerar su regreso. Los números de audiencia lógicamente acompañaron y las autoridades de El Trece se ilusionaron con que antes de fin de año esté nuevamente de forma oficial en los ciclos que anima desde hace más de cincuenta años.
"El domingo pasado, Mirtha junto a su gente más cercana y empezó a contar cómo veía su futuro televisivo. Cree que lo mejor es que Juana Viale se haga cargo de los programas y eventualmente ella haga alguna participación", detalló esta tarde Adrián Pallares en “Intrusos”.
La información indica que la diva de los almuerzos haría dos almuerzos en lo que queda del año: uno en octubre y otro en noviembre. "Este último programa de fin de año sería el último programa de Mirtha en la televisión, dejando la puerta abierta para un regreso", agregaron en el ciclo de América TV.
La versión sobre la exigencia de la diva
En las últimas horas circuló la versión que indicaba que Legrand habría puesto como condición para volver que Susana Giménez sea una de las invitadas. Dèbora D’Amato reveló en “A la Tarde” que habló con “La Chiqui” y dio detalles de los mensajes que intercambiaron.
“La quiere a Susana, pero me dio la razón cuando discutía sobre una realidad: ella tiene un contrato descomunal con Telefe y no hay manera. Mirtha me dijo que ha tenido que llamar ella al canal para que autoricen a Moldavsky y a Lizy Tagliani y no lo logró”, contó.
“Yo le pleanteo que Susana puede romper todo e ir con su amiga, pero hay un contrato y además le pagaron todo un año (sin trabajar)”, añadió la panelista.
