El verde natural está cada vez más presente en la decoración de interiores. Y es que además de trasladar un fragmento de la naturaleza en su estado más puro al hogar, también funciona como cualquier otro accesorio deco con un alto valor estético.
Si bien cada vez hay más personas se animan a incorporarlas y a sumergirse, de a poco, en el mundo de la jardinería, hay otras tantas que lo dejan pendiente ya que se les dificultan los cuidados engorrosos que pueden llegar a tener algunas especies. Sin embargo, no todo está perdido y existen algunas plantas perfectas para dar el primer paso: la ceropegia woodii es una de ellas y sin dudas, una de las más buscadas de la temporada por ese mismo motivo.
También conocida como 'collar o rosario de corazones', es una suculenta de porte colgante y desordenado con pequeñas hojas en formas de corazón de color verde opaco con manchas plateadas. Puede florecer en distintas épocas del año -sobre todo en verano- produciendo unas pequeñas flores de color rosado que parecen de cera.
De origen sudafricano, tiene una vida de cinco años y ofrece posibilidades decorativas muy interesantes gracias a su caída, lo que la convierte en la candidata perfecta para macetas colgantes.
Cuidados básicos de la ceropegia woodii en interiores
A pesar de ser súper resistente, requiere de algunos cuidados -mínimos- para desarrollarse correctamente.
Si bien puede crecer sin problemas en espacios a la sombra, prefiere una buena iluminación natural pero siempre evitando los rayos directos del sol. Al tratarse de una suculenta, tolera muy bien los ambientes secos de una casa con calefacción, pero también los ambientes húmedos como el baño.
En lo que respecta a la temperatura, las ideales oscilan entre los 15 ºC y 21 ºC, mientras que no tolera las heladas.
Al tener raíces tuberosas crea sus propias reservas de agua, por lo tanto, no muy exigente con los riegos. Se recomienda hacerlo una vez al mes en invierno y dos o tres veces en verano. Eso sí, es importante comprobar que el sustrato esté completamente seco entre riego y riego.
Su sustrato debe ser rico en nutrientes y contar con un buen drenaje que permita que sus raíces se aireen. Si se quiere contribuir aún más a su crecimiento, se puede utilizar fertilizante para cactus y suculentas en primavera y verano.