Es la nueva propuesta de grandes marcas de cosmética, que nos dan un poco de "tarea" (ya que algunos productos vienen con componentes que nosotras mismas tenemos que mezclar) y que también tienen la impronta de cuidar el planeta, proponiendo un uso más ecofriendly de los recursos, como el agua.
Pero, vamos paso a paso desentrañando toda esta información para entender de qué se trata esta tendencia en belleza. Por empezar, ya se encuentran disponibles en el mercado algunos productos que vienen divididos en dos fases: por un lado, un polvo con el activo principal y, por el otro, un líquido para otro cóctel de ingredientes. Estos deben combinarse o simplemente, mezclarse con agua. Este formato que a priori puede parecer un tanto incómodo, presenta ciertas ventajas frente a otros cosméticos tradicionales. ¿Por qué comprar un producto que debés activar, mezclar, combinar, cuando podrías hacerte con uno ya listo para su uso?
Primero, por lo que mencionamos más arriba sobre la sustentabilidad: algunas nuevas firmas ya formulan sus productos sin agua (utilizan aceite o polvo), prescindiendo por completo de este componente, con el que optimizan el almacenamiento y el transporte, reduciendo así las emisiones de CO2.
Existen otras marcas que ofrecen una gama de arcillas y polvos vegetales que se pueden combinar entre sí de diferentes maneras para lograr mascarillas personalizadas, apostando por ofrecer estos ingredientes en su forma más pura (lo mismo ocurre con sus productos faciales como los sérums en aceite, que tampoco se basan en la formulación con agua). Siguiendo este razonamiento, el formato en polvo es cada vez más empleado en productos de limpieza facial o exfoliación, como es el caso del Rice Powder Cleanser de Humanrace -la firma de género neutro de Pharrell Williams que, según explican en su página web, “viene en polvo para que puedas conseguir la espuma exacta que quieras al ajustar la cantidad de agua que se añade”. Otro ejemplo muy popular es el de Dermalogica -la firma estadounidense que triunfa en TikTok-, cuyo producto más famoso es, precisamente, un exfoliante en polvo.
También existen los sérums en formato polvo, una propuesta que apunta a preservar mejor sus ingredientes. Una idea que tiene especial sentido cuando pensamos en activos más inestables, como la vitamina C, que se oxida fácilmente al ser expuesta a la luz solar o al aire. Al ofrecer la vitamina C en polvo, se preservan mejor sus beneficios hasta el momento exacto de su uso, cuando la activamos con otro cóctel de ingredientes.