Pablo (o "Pablito") Ruiz hoy tienen 46 años de edad y 36 de carrera. Cuesta no seguir refiriéndose a él con el diminutivo, quizás porque el recuerdo de su carrera sigue fresco en la memoria para algunos. O quizás por ver que sigue siendo un artista muy querido por el público, que se sigue reinventando pese a varios reveses que sufrió en su vida personal y profesional.
Es que desde muy chico tuvo vivencias que salían de la media: debutó como cantante en 1984 en el programa infantil Festilindo -con sólo diez años de edad- siendo portador de un talento que lo llevó a ser el elegido para realizar las aperturas del popular programa musical.
Sus condiciones en la música eran evidentes de muy chico. "Cuando iba a primer grado empecé clases de música y la maestra nos puso a mí y a mi hermano en el coro. Cantamos y la maestra le dijo a mi mamá que tenía aptitudes y que viera de hacer algo porque teníamos buena voz y éramos muy entonados", recuerda en diálogo con La Nación.
Su mamá, Irene, fue quien lo ayudó a presentarse en el casting para el programa infantil en el que resultó seleccionado tras cantar Es la vida que me alcanza, de Celeste Carballo. Ya dentro del programa, su talento le dio tanta visibilidad que la discográfica EMI lo fichó para grabar un álbum solista.
Fue así que en 1987 lanza Pablo Ruiz, su disco debut que fue un éxito en ventas, con recordados hits como Mi chica especial y Sol de verano. "Pablito" como era reconocido en aquel entonces reiteró el éxito con sus discos posteriores: Un ángel, del que Oh mamá, ella me ha besado fue un suceso. El cover del tema de la cantante mexicana Selena lo convirtió en una verdadera estrella y siendo un preadolescente tuvo que empezar a lidiar con las consecuencias (positivas y negativas) de la fama: "Venían a la puerta de mi casa diez, veinte, treinta chicas esperando que yo salga. Eso me dio el indicio de que estaba pasando algo. Averiguaron donde vivía y hacían guardia", cuenta. Otro indicio de que el anonimato era cosa del pasado era el desfile de gentilezas comerciales: "Empezás a tener regalos de todos lados. Las marcas me regalaban un montón de ropa. Salíamos a comer y no me cobraban", dice.
Con shows en vivo en todo el país, presentaciones en programas de tevé y también giras por Latinoamérica, era comparado con Luis Miguel por su talento y su proyección. Tras grabar su cuarto disco en 1990, Espejos azules, se alejó de los escenarios pero regresó a la música dos años después, lanzando tres discos más: Irresistible (1992), 60/90 (1994) y Aire (1997).
La decisión de dejar Argentina
Cuando tenía 15 años decidió establecerse en México, país en el que residió durante diez años. El artista contó que la decisión se debió, en parte, a la parodia que hacía de él Miguel del Sel en Ritmo de la Noche, que giraba en torno a su sexualidad. "Esa era una cuestión que me afectaba, porque empezó a ser muy exitoso ese sketch y era un objeto de burla. Hoy directamente no lo podrían hacer. Uno lo ve a la distancia y dice: ‘era para ponerles un juicio, ganarlo y sacarles toda la plata que hacían’", confesó, sobre una época muy diferente de la comunicación, de la conciencia colectiva y de su autoconocimiento.
Hacia 1997, cuando tenía algo más de veinte años, su sello de entonces, además, congeló su contrato. Años después Pablo mismo aclararía cuál fue el motivo real detrás del hecho: "Rescindió mi contrato por mi sexualidad, porque no podían controlar no sabían como manejar eso. Aparte yo tenía 20 años y nunca decidí esconderme entre cuatro paredes y decidía a salir y hacer mi vida normalmente, tener novios. Entonces dijeron 'bueno, hasta acá llegaste'", afirmó en una entrevista mientras añadió: "La EMI quería que hiciera música tex-mex porque así iba a parecer más masculino, más machote. Yo estaba viviendo en México y no quise hacer ese disco de música norteña mexicana".
Malos momentos, malas compañías
El cantante también se refirió a cómo convivió con la fama en sus comienzos en una reciente aparición en el programa Seres Libres que conduce Gastón Pauls. Recuperado y viviendo otra etapa, reveló: "Fue muy violento, muy rápido. Es tener todo al alcance y vivir cosas muy fuertes, como que se hable de tu vida sexual a los 12 años en la televisión y te señalen con el dedo sin saber vos mismo qué te está pasando realmente, porque a los 12 años todavía no tenés en claro ese tipo de cosas", dijo en referencia a cómo fue crecer de golpe en medio de la fama repentina y casi desmesurada que vivió durante su adolescencia.
En aquel momento -y siempre- contaba con el apoyo de su mamá: "Mi vieja siempre estuvo. También un lado espiritual que ella me enseñó de muy chico también eso me ayudó".
La vuelta a la Argentina
"Al no poder expresar mi arte, no poder cantar y tener unos contratos que eran también por parte de mis managers leoninos, me tuve que ir de México para no trabajar más con esas personas. Al volverme a Argentina (diez años después, en 2004) empezó a ser más fuerte. Lo hacía porque estaba deprimido, necesitaba escapar y un montón de cosas". En este sentido el artista se refirió a que cayó en fuertes adicciones a las drogas, creyendo que eran la salida al duro momento por el que estaba atravesando.
A raíz de la pandemia, el artista tuvo tiempo de volver a pensar en esos años de su vida que marcaron un antes y un después. "Hizo que yo me vaya para adentro y que empiece a salir todo, a limpiar toda la oscuridad, todo lo bueno, lo malo, lo que viví cuando era chico, la muerte de mi madre, todo salió ahora. Recién ahora necesité recurrir a ayuda, hacer una terapia. Mi terapia siempre fue la música, los escenarios, y tampoco fue que caí en una adicción terrible".
El hecho que lo puso contra las cuerdas fue el estreno de una obra teatral al que nunca llegó: “No había dormido y no fui, y ahí dije ‘esto que me está pasando no está bien’; me hizo un clic y empecé a escribir canciones”, explicó.
“Cada uno tiene su experiencia, cada uno tiene su límite, pero cuando murió mi mamá yo pensé: ‘Lo tengo que hacer por mí y por ella’; porque siempre fue una mujer de tirar para adelante, positiva, y ahora que ella no está yo siento que tengo que ser la mejor versión de mí, para que desde donde esté, se sienta orgullosa”, concluyó.
Profesionalmente, Pablo se fue reinventando. "Me costó un añito -dice- pero enseguida me empezaron a llamar de la tele. Hice el programa del circo de Susana, "Bailando por un Sueño" en 2008, viajaba a Chile a hacer entrevistas y me pagaban, hice las fiestas Kitsch allá, acá las Bizarren, después saqué el disco y así empecé a trabajar otra vez". Hoy es un artista autogestionado: su último trabajo es la balada "Tú", de 2019.
Con tantas vivencias en su haber, uno de los proyectos que tiene en mano el artista es el de escribir sus memorias: "Hay mucho para escribir, porque claro, voy a empezar desde antes de nacer, un poquito de la historia de mis papás. Mi vida ha sido de altibajos, de estar arriba y de estar abajo, de tenerlo todo a no tener nada, de volver a empezar, de un montón de cosas que pasaron y siguen pasando".