La situación en Afganistán ha puesto y sigue poniendo en vilo a la comunidad internacional. En los primeros días del regreso de los talibanes al poder, las imágenes de la población intentado escapar del pronosticado calvario recorrieron el mundo. Una de ellas es la postal en donde se puede ver cómo un marine levanta a una bebé recién nacida para que pueda pasar a través de un alambre de púas del aeropuerto de la ciudad de Kabul, en medio de una masa de gente que quería escaparse del país.
Pasaron ya cuarenta días del hecho y se conoció cómo se encuentra en este momento: si bien el nombre completo del padre no se ha revelado, se sabe que se llama Hameed y fue quien estaba dentro de la terminal aérea aquella tarde del 19 de agosto. Desde adentro, pudo observar que en el tumulto de personas que amenazaba con irrumpir en las instalaciones se encontraba su esposa y su hija.
Desesperado, logró conseguir la ayuda de un marine estadounidense y la historia tiene, por suerte, un final feliz ya que la pudo rescatar. El hombre trabajaba con los militares como intérprete y estaba viviendo en el aeropuerto desde hacía un mes. De hecho, se perdió el nacimiento de la criatura que se produjo 16 días antes de que ingrese a cumplir esas funciones.
La nueva vida
En la actualidad, la familia entera está viviendo en Phoenix, Estados Unidos, y la beba se llama Liya. Los papás prometieron sumarle en estos días un segundo nombre: Marine, en honor a quienes colaboraron con el rescate y este nuevo presente. “Recibimos información de que la gente estaba siendo asesinada o desaparecida. Por mi afiliación [al ejército], sabía que mi casa sería la siguiente. No era cuestión de ‘si’, sino de ‘cuándo’”, contó Hameed sobre los motivos que lo llevaron a dirigirse a ese lugar.
Fue así que madre e hija se dirigieron con todas sus pertenencias al aeropuerto, pero la brutal represión de los talibanes parecía complicar los planes de escape. Al ser avistadas por el hombre, primero rescataron a la criatura y luego a la mujer. De esa forma, pudieron abordar uno de los tantos vuelos que tomaron los afganos para proteger su integridad.
“Creo que fue muy cautivador ver lo que realmente estaba sucediendo. Una cosa es que los políticos salgan en la televisión y digan lo bien que están las cosas. Otra cosa es lo que ocurre sobre el terreno, y cuando puedes verlo con tus propios ojos”, manifestó sobre el impacto que causó el rescate de su hija.