Los espacios pequeños no siempre implican limitaciones. En el caso de los jardines, existen múltiples ideas creativas y funcionales tanto para aprovechar cada centímetro como para resolver su decoración.
Jardines verticales, macetas colgantes en techos, paredes y barandas, enredaderas, árboles frutales pequeños... Las opciones son muchas y no tienen restricciones: todo vale cuando se trata de disfrutar con estilo este pedacito de aire libre.
1. Colocá una linda trepadora en alguna de las paredes
Para darle un toque de color al jardín, nada mejor que colocar una linda planta trepadora en alguna de las paredes. Jazmines trepadores, thunbergia alata, rosal trepador, flor de la pasión y clematis, son algunas de las especies favoritas para llenar de color y perfume el jardín.
2. Macetas colgantes: un caballito de batalla perfecto para jardines pequeños
Cuando se trata de decorar y llenar de colores los espacios exteriores chicos, las macetas colgantes son una de las mejores opciones. Se pueden colgar desde techo, pared e incluso barandas.
La clave está en animarse a jugar con especies diferentes y así generar focos de atracción llamativos llenos de naturaleza pura.
3. Jardines verticales: el recurso tendencia que nunca falla
Si de tendencias hablamos... Los jardines verticales ganan terreno esta temporada y se posicionan como una de las opciones más elegidas para llenar de naturaleza pura tanto exteriores como interiores.
Si tenés un jardín pequeño, esta es una alternativa perfecta para vos. Se puede armar algo lindo y llamativo sobre alguna de las paredes o incluso existen módulos independientes especiales para cumplir con esta función.
4. Superficies doble uso
Otra de las opciones para aprovechar al máximo un jardín pequeño, es colocar sobre una de las paredes, un estante plegable que nos permita colocar sobre él, algunas macetas pequeñas con arreglos florales llenos de colores.
5. Un rincón para un pequeño árbol de naranjo
Una excelente especie para cumplir esta función son los naranjos: se desarrollan sin problemas en macetas de al menos 30cm de diámetro y lo mismo de profundidad. Eso sí, asegurate de elegir una especie que pueda sobrevivir a las zonas más frías ya que cuando se colocan en macetas sobre el suelo tienden a congelarse con más rapidez.