Se puede decir que los hermanos Fonzi tienen una alta vinculación con el mundo artístico: mientras Dolores y Tomás han desarrollado una destacada carrera en el ámbito de la actuación, Diego ha hecho lo propio en el ámbito musical. La realidad es que mantiene un perfil de baja exposición y en su actividad en las redes sociales es escasa.
Si bien los tres se criaron en la localidad bonaerense de Adrogué, fue él quien seguramente representó ese arraigo por el barrio ya que sus primeros pasos profesionales los dio como baterista en la banda “Infinito Paraíso” de la que hoy solemente hay buenos recuerdos.
El grupo musical surgió de una forma muy particular en 2001: la idea de los jóvenes era ganar un concurso y viajar a Mar del Plata de forma gratuita.Pero hay que decir que los planes no salieron como ellos esperaban y la posibilidad de viajar se truncó.
Esto no impidió que naciera un vínculo que terminó formalizando la banda que estaba compuesta por Diego en la batería, Vikita Beverati que ponía voz y su arte con el bajo y Eze Scamarda en la guitarra. Todo se profesionalizó tanto que hasta grabaron dos discos.
Esos tiempos han quedado un poco en el olvido y hoy tiene una vida dedicada a la familia: tiene dos hijos, pero Ramón, de siete años, representa su pasión por esa banda. En varias fotos de su facebook se lo puede ver con la remera de “Ramones” puesta.