Un cielo celeste y despejado se posa sobre Los Cauquenes, el hotel ubicado en Tierra del Fuego, la provincia que es considerada uno de los confines del planeta. Y es verdad: desde los ventanales del resort, de cara a la inmensidad de las montañas sureñas, invade una sensación de que el mundo termina allí.
El diseño y arquitectura total del hotel se basa en el paisaje que lo rodea. Pero es la construcción de madera que se encuentra en su interior el detalle que marca la diferencia.
Por qué en Los Cauquenes nada es casual
La decoración tuvo como premisa considerar la geografía, el clima y la arquitectura característica de la zona. Estos elementos fueron los condicionantes de la ambientación interior. Para lograr este vínculo con el entorno se utilizaron pisos de madera y símil piedra; revestimientos de madera de lenga y piedra de la zona sobre muros y telas que contrastan con el frío del exterior.
“La intención de utilizar objetos y materiales que caracterizan a nuestro país (desde alfombras y objetos de madera del Norte Argentino, artesanías en cuero fabricados en Bariloche, artistas de La Pampa) nos da un carácter diferencial en la decoración y nos reafirma como Argentinos utilizando nuestros recursos naturales y manufacturado propios de nuestro país”, cuentan desde el hotel durante una entrevista con Para Ti.
Una experiencia gastronómica y experiencial
La gastronomía es uno de los highlights del hotel, una fuerte atracción para turistas y fueguinos. El vino argentino es otro de los imprescindibles y por eso en Los Cauquenes decidieron que su restaurante Reinamora y el Wine Bar serían las mejores opciones para dar a conocer una experiencia gastronómica única.
El bar fue diseñado por el estudio de arquitectura que lidera Mariana Ferrari: “Como eje central de este espacio se encuentra una chimenea de líneas simples, con materiales nobles como la piedra y la madera. Frente a ella un cómodo sillón tipo Chester tapizado en cuero negro. Sus almohadones en telas de Barracan, sillas y banquetas se armonizan por su textura y paleta de colores. Una alfombra finlandesa es la encargada de delimitar este espacio”, explican al respecto de cómo se planificó la estructura del sitio.
Los amplios ventanales y la claraboya central del resort (integrados al paisaje) generan un clima descontracturado, ideal para el happy hour, cuando el bar se transforma en protagonista. Junto a los ventanales, una serie de mesas dan la impresión de estar suspendidas sobre el canal de Beagle.
Jardín de invierno, el lugar para contemplar el cielo patagónico
En 1995, Los Rodriguez lanzaron “En un hotel de mil estrellas”. Se trata de una canción, pero su nombre podría aplicarse al jardín de invierno con el que cuenta el resort: el espacio, delimitado por paños vidriados que dan continuidad al lugar incorporándose al paisaje, parece estar suspendido sobre el mar.
“Se eligió tanto para el techo como para las paredes una estructura de aluminio color negro que junto al vidrio, lograron una gran armonía visual. Muebles exclusivos, diseñados por el estudio, y objetos cuidadosamente elegidos dan como resultado una ambientación rica en detalles”, sostienen. En afinidad con el espíritu místico del lugar se utilizó para su construcción madera de lenga lustrada, muebles en color lacre con aire oriental, telas de diversas texturas y colores tierra.
El hotel también incorpora el Spa del Fin del Mundo donde encontrará una vista que transforma y completa la experiencia de relax y actividad física siempre con incomparables paisajes del Canal Beagle y las montañas.
Los Cauquenes Resort + Spa + Experiences se encuentra abierto todo el año y es posible hacer reservas a través de su sitio web oficial: https://www.loscauquenes.com/es/.