El baño es uno de los ambientes más importantes de la casa. Es por eso que a la hora de diseñarlo o reformarlo, resulta indispensable analizar con detenimiento todas las posibilidades.
Una de las decisiones más difíciles de tomar y que merece un buen análisis, es la elección entre una ducha o una bañera. Si bien no existe una opción mejor que la otra y la decisión final, como siempre, dependerá de diferentes aspectos, preparamos una guía con los pros y contras de cada una para que te ayude a definir cuál es la opción perfecta para tu baño.
Como punto de partida es importante tener en cuenta que no se trata de opciones incompatibles o excluyentes. Sin embargo, cuando los metros escasean, hay que elegir entre una u otra. Ahora bien, si el espacio no es un problema, ¿por qué no apostar por ambas y beneficiarse con las ventajas de cada una?.
Ventajas de apostar por duchas
Las duchas son grandes aliadas de los baños pequeños. Por eso si este es tu caso, no lo dudes más: apostá por una ducha.
- Tamaño: con un mínimo de 90 x 90cm, se puede disfrutar de una ducha cómoda y funcional -aunque lo ideal es ir por unos cm de más-. Si se necesita una aún más pequeña, hay platos de ducha súper cancheros desde 70 x 70 cm.
- Mejor accesibilidad: esta ventaja merece la pena tenerse en cuenta si en casa hay personas mayores o con problemas de movilidad. Las duchas suelen ser totalmente planas o tener un pequeño escalón, favoreciendo a que su acceso sea mucho más fácil y seguro en comparación con las bañeras.
- Versatilidad: las duchas se adaptan con facilidad al espacio ya que cuentan con una amplia variedad en materia de diseños, tamaños y formas: grandes, pequeñas, redondas, semicirculares, cuadradas, rectangulares, ¡hasta triangulares!.
- Ahorran agua: mientras que ducharse puede suponer unos 95 litros de agua, llenar una bañera ronda entre los 150-230 litros aproximadamente.
- Rapidez: se puede decir que la ducha es el sistema de higiene que más se adapta a la rutina diaria en donde el tiempo vale oro y su optimización resulta clave. Con una ducha de tan sólo cinco minutos, ya es suficiente.
Ventajas de apostar por bañeras
¿Quién no soñó alguna vez con sumergiese en una bañera luego de un día intenso, o preparar un buen baño de burbujas para relajar y desconectar? Hay que reconocerlo: las bañeras tienen un toque mágico y encantador.
Sin embargo, se necesita de un buen espacio para poder hacerlo realidad. Las medidas mínimas de las bañeras rectangulares estándar son de 70 x 140 cm, por lo que si el ambiente es pequeño, no es la mejor opción ya que se perdería la funcionalidad y la estética. Pero si no es el caso, te contamos cuáles son las ventajas de incorporar este objeto de deseo.
- Baños relajantes: así como una ducha a la mañana es revitalizadora, la bañera actúa como un "sedante" perfecto para irse a dormir en un estado de relajación. Y lo mejor de todo, es que no son necesarias las funciones de hidromasaje para lograrlo.
- Perfecta para los más peques: si hay niños en la casa, la bañera es lo más práctico y funcional, ya que además de la higiene, el baño suele ser un momento de diversión y de juegos para los más pequeños.
- Muy decorativa y estética: la bañera es decorativa por sí sola. Incluso los diseños actuales ofrecen piezas de alto valor estético, lo que les permite convertirse en las estrellas del ambiente.