La adquisición de hábitos saludables no sólo trae beneficios a la hora de prevenir enfermedades, sino para tener una buena calidad de vida en general. Cada vez son más los estudios que vinculan lo que comemos con la presencia o ausencia de determinadas enfermedades.
En este sentido, según la licenciada en Nutrición Julieta Agüero (M.P. 3132): "Si bien suelen existir ciertos prejuicios sobre optar por una dieta vegana durante el embarazo, la lactancia y la menopausia, está 100% comprobado que una alimentación libre de productos de origen animal es segura", explica. "En los últimos años diversos estudios alertaron sobre los riesgos del consumo de carnes rojas para las mujeres y su relación con el cáncer o con la pubertad prematura", añade la profesional en relación a cómo puede incidir lo que comemos con los ciclos vitales por los que atraviesa la mujer.
La especialista, junto con Million Dollar Vegan (organización internacional sin fines de lucro que busca promover los beneficios de una alimentación basada en plantas para la salud, los animales y el medioambiente) llaman a reflexionar sobre la salud integral femenina y despejan dudas sobre la menopausia y la pérdida de calcio; además de promover una dieta equilibrada para la prevención del cáncer de mama, que el más común en las mujeres.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en el 2020 se diagnosticó esta patología a 2,3 millones de mujeres: la clave de la prevención está, según Agüero, en las visitas ginecológicas anuales y estudios preventivos pero suma: “Hay muchos factores de riesgo que están fuera de nuestro control, sin embargo, se puede elegir incorporar alimentos que beneficien la salud nutricional, adoptando una dieta con gran variedad de frutas y verduras y alimentos integrales ricos en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios como frutos rojos, vegetales crucíferos, nueces, semillas como linaza y chía, granos integrales y alimentos fermentados y germinados, tofu y tempeh”, enumera.
Por otro lado, en relación con el proceso de descalcificación que sobreviene a la menopausia, la especialista sostiene que: “El calcio es un mineral esencial para múltiples funciones biológicas, la más notoria siendo la calcificación de nuestros huesos. La descalcificación ósea sucede naturalmente como parte del proceso del envejecimiento y las mujeres están más predispuestas a osteopenia y osteoporosis debido a los desbalances hormonales, por eso se recomienda aumentar el consumo de productos ricos en calcio. Podemos encontrar este mineral en múltiples fuentes vegetales como crucíferas (brócoli y coliflor), vegetales de hoja verde oscuro como acelgas, kale, espinacas, rúcula y achicoria; el tofu, legumbres como porotos blancos, frutos secos y semillas como el sésamo y bebidas vegetales fortificadas, sin recurrir a productos de origen animal”, explica la especialista.
“Se sugieren entre 4 a 8 porciones de estos alimentos al día para cubrir el requerimiento y en las plantas hay fitoquímicos, antioxidantes y otros bioactivos que apoyan la mineralización ósea y ayudan al control de enfermedades crónicas en general”, agrega la nutricionista, que también recomienda exponerse al sol 15 minutos al día para obtener vitamina D, que permite fijar el calcio en los huesos y realizar actividad física con regularidad.
En la misma línea, la nutricionista Andrea Mariel Gómez (M.N 1468) aporta:”Es importante reforzar el sistema inmunológico, manteniendo una microbiota saludable, con una alimentación equilibrada y correctamente planificada, donde no falten vegetales y frutas de todos los colores, repletos de antioxidantes que nos protegen del envejecimiento celular”.
Por lo tanto, según apuntan las especialistas, elegir una dieta basada en plantas no solo mejora nuestro organismo gracias a los macronutrientes presentes en los alimentos vegetales, también es la mejor herramienta para prevenir afecciones graves.