El relax que genera la suave melodía del agua al caer, es único. Nos remite a una sensación de calma, bienestar y serenidad, y nos conecta directamente con la naturaleza en su estado más puro.
Es por esta razón que las fuentes se convierten en las estrellas de los espacios exteriores más allá de su poder decorativo. Patios, jardines, balcones y terrazas son los candidatos perfectos para lucirse con esta tendencia que relaja.
Con sus diferentes diseños, estilos y tamaños, las fuentes se convirtieron en el nuevo objeto de deseo en tiempos de pandemia y, a pesar de que hoy en día se apaciguaron un poco las aguas, siguen siendo tendencia en decoración de exteriores.
Tal es así, que Pinterest registró que las búsquedas en su plataforma de fuentes de agua se han llegado a multiplicar. Lo que demuestra un claro interés por espacios más relajados, armónicos y naturales.
Formas y tamaños: una cuestión de gustos (y espacio)
Las fuentes de agua se caracterizan por ser muy decorativas. La presencia del elemento agua en el jardín o en cualquier espacio abierto transmite una sensación de calma y tranquilidad. Además, envuelve de frescura el resto del lugar y conecta directamente con la naturaleza en su estado más puro.
Pero hay algo más... también se caracterizan por ser súper versátiles, lo que las convierte en un objeto deco que se adapta con facilidad a los diferentes estilos de decoración que predominen en el espacio. Además, las hay para todos los gustos (y bolsillos), incluso hay muchos tutoriales DIY para poner manos a la obra y animarse a armarla uno mismo. Un dato a tener en cuenta: la pieza fundamental para armar una fuente propia es la bomba de agua.
Los modelos verticales resultan más estilizados, escultóricos y elegantes, mientras que aquellos de líneas horizontales resultan más simples. En lo que respecta a tamaños, hay para todos los gustos.
En cuanto a modelos, se puede ir por una fuente de estilo rústico, minimalista, industrial o clásico. La clave está en encontrar la que más se adapte al resto de la estética que predomine en el espacio.
Materiales variados
Piedra, cemento, acero galvanizado, cobre, hormigón, resina, zinc y fibra de vidrio, son sólo algunos de los materiales más utilizados para fabricar fuentes de agua.
Un lugar perfecto
La idea de que las fuentes tienen que ubicarse obligatoriamente en el centro del espacio quedó atrás. La clave es situarla en un punto estratégico para que resalte y se pueden acompañar con otros elementos naturales como piedras, arena, plantas y maderas.