El verano está a la vuelta de la esquina y los días intensos de calor ya se hacen notar. Así como los diferentes espacios exteriores comienzan a ponerse a tono para exprimir al máximo la temporada de aire libre, los interiores no se quedan atrás y también se renuevan con una decoración fresca y veraniega.
1. Textiles ligeros
Es momento de darle la bienvenida -o sumar más cantidad- a las telas ligeras como el lino, el algodón y la gasa. Ventanas, sillones, camas y mesas se visten con estos materiales y transmiten ese toque fresco y veraniego que tanto nos gusta.
Se puede apostar por una predominancia de colores claros como blanco, beige, crema, y complementar con tonos pasteles o vivos como amarillo, celeste, fucsia, verde, entre otros. También se lucen los estampados con motivos florales, a rayas o con guiños al mar (¡más veraniegos imposible!). La clave en estos casos, es encontrar el equilibrio perfecto para que el espacio no se sature visualmente.
2. Fibras naturales
Frescas pero también cálidas, las fibras naturales son las reinas del verano y las favoritas de la temporada. Mimbre, ratán, yute y bambú se lucen en sus diferentes formas y diseños, y se convierten en un must have para decorar con frescura los interiores del hogar.
Presentes en algún que otro mueble, canastos, lámparas, tapices, alfombras, espejos, etc., quedan divinas, no pasan de moda ¡y combinan con todo!.
3. Colores vivos
Para darle un toque fresco y veraniego a cualquier ambiente del hogar, nada mejor que apostar por los colores vibrantes como amarillo, celeste, fucsia, verde, mostaza, entre otros. Pueden ser almohadones, alguna manta fresca, un objeto decorativo como un florero o por qué no un tapiz súper canchero.
En cualquiera de los casos, conviene buscar un equilibrio y no abusar llenando el espacio con estos colores ya que podría saturarlo visualmente generando un efecto contrario.
4. Plantas y flores frescas
Para refrescar el hogar, nada mejor que dejar que la naturaleza en su estado más puro entre en casa. Plantas de diferentes tamaños, de hojas grandes o chicas y flores frescas, son infalibles para transformar cualquier rincón.
Se pueden armar combinaciones muy interesantes con macetas de diferentes tamaños y diseños, y también quedan divinas en floreros canchero.