La tercera temporada de Luis Miguel, la serie, da cuenta de los problemas financieros que casi ponen en la ruina al cantante mexicano. En aquel momento debido a esto, encontró refugio en el alcohol y descuidó su carrera, a tal punto que en sus conciertos terminaba siendo abucheado.
En aquel entonces, tiempo antes de comenzar con el proyecto de la serie de Netflix, recibió una demanda de su ex manager, William Brockhaus, que estuvo a punto de llevarlo a la quiebra.
El empresario es mencionado en reiteradas oportunidades y, si bien no aparece representado en la serie, se hace referencia a su persona por el impacto que tuvo en la vida y en las finanzas de Luis Miguel.
En 2011, Luis Miguel rompe su vínculo personal y profesional con quien había sido su manager y amigo, Alejandro Asensi, debido a la relación amorosa que encaró con su hija, Michelle Salas, que el cantante no compartía.
Por ello, al romper con Asensi su nombre sonó con naturalidad para reemplazarlo. Si bien no tenía experiencia en la música, era un hombre de negocios: creó la compañía WB Management desde la cual dirigió las presentaciones y giras del cantante. Comenzaron a trabajar juntos en 2012, pero tan sólo dos años más tarde su relación laboral terminó luego de varios desacuerdos, como por ejemplo, la venta de la residencia de Acapulco, según recogen en la biografía Oro de Rey.
En 2015 Luis Miguel canceló una serie de conciertos argumentando problemas de salud, esto sumado a las críticas que había recibido por desaparecer a la mitad de los shows o simplemente no presentarse. Ese mismo año, en febrero, Brockhaus lo demandó ante los tribunales de Estados Unidos por incumplimiento de contrato, alegando el pago del 10 por ciento de las presentaciones del cantante.
En julio de 2016 una corte en Nueva York falló a favor de Brockhaus y dictó una indemnización que ascendía a más de un millón de dólares. Sin embargo, Luis Miguel desacató la orden del juez e hizo caso omiso del pago que debía hacer a su ex manager. Por este motivo, fue arrestado en 2017, pero días después sus abogados llegaron a un acuerdo, la deuda quedó saldada y el proceso legal concluyó.