Los espacios reducidos suelen generar más trabajo cuando se trata de elegir el mobiliario ideal. Y es que en ambientes en los que cada centímetro cuenta, aprovechar al máximo el espacio disponible resulta fundamental para ganar funcionalidad.
Los muebles flotantes -también llamados muebles suspendidos- se consagran como uno de los recursos deco más utilizados por interioristas para hacer que los espacios reducidos luzcan más amplios a la vista.
Hay algo que es cierto: los muebles grandes con patas anchas o superficies muy pesadas tienden a hacer que el espacio luzca más chico de lo que en realidad es (por más amplio que sea). Esto se debe a que resultan muy pesados a la vista tendiendo a sobrecargar visualmente el ambiente en cuestión.
Si a los muebles suspendidos se le añade el plus de que sean de líneas simples, el resultado será muy armonioso a la vista aportando una buena continuidad visual y contribuyendo a que el espacio luzca más amplio y liviano.
Y es que a falta de espacio, todo lo que se pueda colgar es más que bienvenido. Es por eso que estos muebles son grandes aliados para departamentos chicos, monoambientes o simplemente para aquellos espacios en los que se busca exprimir al máximo cada metro cuadrado.
Escritorios, rack TV, recibidores, bibliotecas, sillones, mesas de luz, alacenas, vanitorys ¡hasta sanitarios!. Todo vale cuando se trata de optimizar al máximo -y con estilo- el espacio disponible.