Luego de perder uno de los juicios que mantiene con Ezequiel "Pocho" Lavezzi, su pareja por ocho años, Yanina Screpante (38) ha sido noticia en estos días por tener que desalojar un departamento de Vicente López donde vivía con su actual pareja.
La propiedad en cuestión es de Lavezzi, quien pagaba todos los gastos incluidos los servicios, y Yanina se resistió todo lo que pudo a dejarlo, y hasta llegó a apelar la decisión de la justicia. Finalmente, se llegó a un acuerdo confidencial y, semanas antes de tener que entregar las llaves, sacó todas sus pertenencias y se fue a vivir a otro lugar.
Quien la acompañó en todo, trámites, reuniones con abogados y mudanza fue Federico Rozas, su pareja desde hace dos años y con quien Yanina logró recuperar la alegría.
Quién es Federico Rozas
Rozas es empresario, tiene 34 años y es de zona norte. Según contó la modelo hace un tiempo, se lo presentó un amigo en común. "Lo conocí hace un par de meses, por amigos en común. Es argentino. Tiene un lavadero de autos en zona norte", le contó a LAM a fines de 2019.
"Me lo presentó un amigo, Tito, el hermano de Dolores Barreiro, que maneja autos clásicos y está en toda esa movida. En una producción (de fotos), habían traído los autos y yo pregunté: ¿Quién es este de ojitos saltones? Le eché el ojo", agregó.
Tras separarse Lavezzi en 2018, la modelo que fue panelista del programa Incorrectas que conducía Moria Casán, estuvo un año sin pareja y sin ganas de conocer a nadie. Cuando en marzo de 2019 le presentaron a Rozas, algo pasó y de a poco fue recuperando sus ganas. Y fue en octubre de ese año que Yanina y Federico se pusieron de novios.
"Al principio me pareció fachero, no les voy a mentir. Después lo conocí y es un amor. Es muy compañero, me acompaña con temas de mi familia. Cuando se queda a dormir en casa me hace el desayuno. Está muy presente", agregó la modelo en diálogo con Ángel De Brito.
Cuando Yanina Latorre le preguntó si remarcaba ese detalla porque el Pocho no lo hacía, Screpante dijo: "Claro, yo decía que quería una persona así, así, así. Todo lo que pedí me vino en otra persona. No importa, algo es algo, llegó. No es la misma persona. Hay que tener cuidado con lo que pedís porque después se hace realidad".