El débito automático es uno de los métodos más prácticos a la hora de pagar impuestos y se trata de una solución para aquellos que carecen de tiempo. Esta alternativa se masificó en los últimos años (y se intensificó durante la pandemia), pero tiene aspectos que no terminan de ser totalmente positivos para el bolsillo de sus usuarios. El principal es que no hay una consulta previa antes de realizar el débito de la cuenta bancaria.
A pesar de los avances tecnológicos que se dieron en materia financiera (token para transferencias, posibilidad de ingresar a la cuenta bancaria desde una app), el método tradicional para el pago de impuestos continúa siendo el más elegido por muchos argentinos. La cadena Rapipago, una red extrabancaria con más de nueve mil sucursales en el país, es una de las compañías que lidera este mercado.
La firma incorporó canales digitales de atención mediante una aplicación y a través de su sitio web y redes sociales como WhatsApp y Facebook Messenger. Luego de 25 años decidieron dar un paso más allá e impulsaron un cambio de 360° en la identidad de su marca: se convirtieron en un centro integral de servicios con foco puesto en el cliente y apoyándose en la tecnología para hacer de la vida un lugar más sencillo.
“La nueva identidad está en línea con nuestro compromiso de cercanía y confianza, que utiliza la comunicación y la tecnología como herramientas necesarias”, explicó Walter Barisone, Director de la Unidad de Negocios Rapipago, en diálogo con Gente .
Todavía mantienen la clásica posibilidad de acercarte a alguna de sus sucursales para saldar lo adeudado de algún servicio, aunque también agregaron en el último tiempo la opción de efectuar el pago a través de su sitio web, en el que es posible pagar los impuestos utilizando la tarjeta de débito.
En tres pasos rápidos y fáciles: así se utiliza el servicio digital de Rapipago
1) Ingresá a su sitio web y seleccioná la opción de pago online
2) Luego añadí el tipo de servicio que tenés que pagar y el método de pago elegido (tarjeta de débito)
3) Una vez que ya se encuentra seleccionada la compañía que recibirá el pago (por ejemplo, una empresa telefónica) y la factura que vas a abonar, deberás completar algunos simples datos y listo, ¡cuentas claras!
Barisone sostiene también que el proyecto de cambio institucional tiene que ver con la integración financiera por la que trabaja la empresa: “Es el resultado de una renovada gestión que tiene como uno de sus principales objetivos la integración financiera, facilitando la operatoria de nuestros clientes para que las formas de pago se adapten a su estilo de vida. Como nos gusta decir en Rapipago, nos transformamos de Punto de Cobranza a Centro de Servicios”.
La nueva paleta de colores de la marca (que forma parte de esta renovación) es una combinación de tonos azules y magentas y una tipografía redondeada, de formas más blandas que hablan de la simpleza en la expresión y transmiten los valores de la firma. Por el mismo camino va su isologotipo, que se identifica con una sonrisa y demuestra la actitud positiva de la empresa para con sus clientes.
