El verano está cada vez más cerca y ninguna alternativa se vuelve tan tentadora como la idea de pasar tiempo al aire libre. En esta época, las plantas se convierten en las reinas absolutas de los diferentes espacios exteriores: patios, jardines, balcones y terrazas se llenan con diferentes especies repletas de color y frescura.
Las petunias son una de las favoritas para cumplir con esta función ya que además de contar con un alto potencial decorativo gracias a sus diferentes colores vibrantes, desprenden un irresistible aroma dulce.
Este género de plantas con flores cuyos pétalos tienen una forma similar a la de una trompeta, son de origen suramericano -concretamente de Argentina y Brasil- aunque están ampliamente extendidas geográficamente.
El nombre de petunia proviene de la palabra tupi-guaraní “petun” que significa “planta inútil de tabaco” ya que las flores de ambas plantas son muy similares estéticamente.
También conocida como 'flor de los aztecas', sus flores de diferentes colores (blanco, rosa, violeta, a rayas, etc.) pueden llegar a medir hasta 13cm y florecen desde la primavera hasta principios de otoño desprendiendo un exquisito aroma dulce. Además, son perfectas para colocarse en macetas colgantes súper cancheras.
Cuidados básicos de las petunias
Le sientan bien los climas cálidos con temperaturas que oscilen entre los 16 y 25º C, así como también los lugares luminosos que reciban entre 4 y 5 horas de sol directo a diario. Si bien puede crecer y desarrollarse en espacios de sombra, la cantidad de flores será mucho menor.
No resisten las heladas ni las temperaturas muy bajas, así como tampoco los vientos fuertes y las lluvias por lo que se recomienda ponerlas al resguardo.
Sus riegos deben ser frecuentes pero moderados evitando los encharcamientos. Durante los meses más calurosos, se recomienda regarla a diario pero sin que el agua caiga directamente sobre sus pétalos.
Su sustrato debe ser rico en nutrientes y contar con un buen drenaje que airee sus raíces y evite los encharcamientos.
Para contribuir aún más a su crecimiento, se recomienda aplicarle fertilizante cada dos semanas en primavera y en verano.
Se recomienda podarla una vez al año a partir de su primera floración para que crezca con más fuerza.