Es una de las mujeres más bellas del país y se sabe que se ocupa de cada uno de los detalles de su cuerpo para sentirse espléndida. También es de público conocimiento que tiene una verdadera obsesión por sus dientes y esto quedó claramente en evidencia en “Siendo Pampita” que esta semana presentó su octavo capítulo mientras Pampita se acerca a la fecha de parto de Ana Morirán.
Fue así que mostró un retoque estético clave que se hizo antes de dar a luz: “Me hago blanqueamientos dos o tres veces al año y le pongo aparatos a todos los que me rodean. Me parece que la sonrisa es una carta de presentación súper importante para cualquier cosa a la que te dediques e, incluso, para tu propia autoestima”.
Con las expectativas bien altas, la modelo visitó el consultorio de su hermano menor, Guillermo, que es odontólogo especializado en estética bucal: “Me tiene que hacer blanqueamiento porque viene el parto y yo tengo que estar divina… ¡tengo que tener los dientes blancos!”.
Y aclaró: “Siempre fue una fascinación con los dientes y que mi hermano sea odontólogo era perfecto para la vida. Desde que se recibió se ocupó de mi sonrisa y es una sonrisa muy halagada porque son mis dientes naturales y están perfectos”.
La obsesión de Pampita por la sonrisa híper blanca
El hermano de la jurado de “La Academia” de “Showmatch” dejó en evidencia que el caso de la esposa de Roberto García Moritán es único. “Caro batió el récord en cantidad de blanqueamientos en un año. En promedio se pueden hacer cada tres meses y ella ha llegado ha hacerse uno por mes”, contó.
“Ella tiene un nivel de exigencia tan alto que, se los ve blanco, y cada vez quiere un grado más de blanqueamiento. En un momento voy a tener que salir a vender la carilla Pampita. Lo más divertido que me pasa cuando viene un paciente de parte suya es que ya vienen con diagnóstico porque ella les dice qué se tienen que hacer. Para mí, la chapa número uno es mi hermana porque tiene la mejor sonrisa de Argentina”, dijo.