Hace 40 años el mundo dejó de lado sus actividades cotidianas sin importar el huso horario, por ver televisada el evento que se conoció como "la boda del siglo", entre el príncipe Carlos y Lady Diana, el 29 de julio de 1981 en la catedral de Saint Paul. La sola idea de ver marchar hacia el altar al futuro rey de Inglaterra, el príncipe Carlos (de 32 años) con la hermosa Diana Spencer (de 20) parecía un cuento de hadas hecho realidad.
Durante casi tres horas el mundo vio con admiración desfilar a la joven rubia con un suntuoso vestido de tafeta (que tenía una cola de 25 metros) en una caminata de tres minutos y medio por el pasillo de la Catedral, frente a 3.000 invitados y 750 millones de espectadores en el mundo.
No obstante el día que debía de ser el más feliz para los esposos fue oscurecido por la duda y la infidelidad, ya que entre los asistentes se encontraba Camila Parker Bowles (ex pareja de Carlos y eterno amor del príncipe) mirando a la distancia al hombre que adoraba casarse con otra.
Muchos años después se conocieron las circunstancias en las que Carlos había aceptado acceder a este matrimonio, sabiendo que bajo ningún concepto ni su madre ni la Familia Real aceptaría su relación con la mujer que realmente amaba: Camilla.
Es por ello que los desaires hacia su joven esposa comenzaron el mismo día de su boda: al finalizar la ceremonia no hubo beso entre los contrayentes, sino hasta que fueron trasladados en carruaje al palacio de Buckingham, cuando el asistente personal de su alteza real se lo recordó y éste besó a la hora princesa en el balcón, inaugurando una costumbre que generaciones después tanto en la familia Windsor como en otras dinastías europeas se sigue llevando a cabo.
Si bien esta falta de enamoramiento de Carlos, su amor por Camilla y los escándalos revelados públicamente son varias razones que llevaron al divorcio luego de 15 años de relación (con dos hijos en común) el biógrafo de la difunta princesa del pueblo, Andrew Morton, reveló a modo de radiografía las razones por las que los royals no vivieron el cuento de hadas que se esperaba.
1- Diana y Carlos sólo se habían visto 13 veces antes de su casamiento
Y, además de eso, no llegaron a conocerse realmente. Si bien la atracción física fue inmediata entre ambos, eso no bastó para crear bases de un matrimonio sólido."Recuerdo estar tan enamorada de mi esposo que no podía apartar los ojos de él. Simplemente pensé que era la chica más afortunada del mundo", dijo la princesa a su biógrafo Andrew Morton quien señala que los royals eran prácticamente desconocidos en el momento de su boda. De hecho, de las 13 veces que se vieron, sólo 5 pudierone estar solos. La pedida de mano fue porque se lo había indicado su madre y fue en la propiedad real de una manera muy breve y sin mayor encanto, tal y como expresó Peter Settelen (entrenador de Diana) en una entrevista con Cosmopolitan.
2- La diferencia de edad contribuyó a sus desencuentros
En el momento de su boda, el príncipe Carlos tenía 32 años, mientras que Diana tenía solo 20, una brecha que marcó diferencias desde el principio de la relación. Sin embargo, en ese momento pocas personas parecían preocupadas por ello, como explicó a Time el ex corresponsal real Stephen Bates. "Creo que Diana me mantendrá joven, aparte de cualquier otra cosa", dijo el príncipe en aquel entonces sobre el tema. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, quedó claro que la diferencia de edad causaba algunos problemas graves en el matrimonio. Diana era joven, llena de vida y estaba impaciente por probar cosas nuevas, a diferencia de Carlos quien ya se había realizado como hombre y se encontraba en plena madurez.
3- Diana no estaba preparada para la vida de en el palacio ni para enfrentase a los paparazzi
Su juventud e inexperiencia hacían que no estuviera psicológicamente preparada para hacerle frente a estas cuestiones y por ello empezó a tener trastornos emocionales y alimenticios al poco tiempo que se convirtió en un miembro de la casa real. Su belleza, juventud e inocencia la convirtieron en blanco perfecto de la prensa y de constantes rumores de todo tipo, que la vulneraron desde el principio. Recién luego de su separación tuvo las riendas de su vida y pudo vestirse y sentirse cómoda consigo misma: en una entrevista de 1995 con Frontline de PBS, reveló que la atención constante de los medios fue una "experiencia de aislamiento", ya que cuanto más era amada por sus súbditos y admiradores, era más rechazada el príncipe Carlos.
4- El príncipe Carlos seguía enamorado de Camilla Parker Bowles
Carlos quien había salido con Camila Shand desde los 70, pero ella estaba comprometida con el brigadier Andrew Parker Bowles, por lo cual no pudieron formalizar su relación, aunque siguieron frecuentándose de manera extramarital. El amor y deseo que se tenían fue tal que desde que se conocieron en 1971 hasta el día de hoy nunca dejaron de estar juntos. Recién en 2005 pudieron formalizar su relación. De manera que Carlos fue inmensamente infeliz durante los 15 años que duró su matrimonio con Diana. Tal y como afirma Karen Mooney (ex empleada del palacio de Kensington) al semanario inglés The Sun, Carlos estaba "desesperadamente infeliz" ya que veía que no eran compatibles en nada y él tenía muy poca paciencia para ver evolucionar a Diana.
5- Los trastornos alimenticios y de personalidad de Diana desgastaron el matrimonio
Diana luchó arduamente contra tres grandes padecimientos: depresión, bulimia y ansiedad. Tal y como ella misma comentó en 1995 en una entrevista con la BBC, su trastorno alimenticio era un "síntoma de lo que estaba sucediendo en mi matrimonio". Según Morton, "la bulimia comenzó la semana después de que se comprometieron", mientras que Diana había revelado: "Mi esposo puso su mano en mi cintura y dijo algo como, 'Oh, un poco gordito aquí, Y eso desencadenó algo en mí", dijo en la misma entrevista.
6- El príncipe Carlos no la apoyó ante la prensa
Lady Di expresó en más de una ocasión que tanto Carlos como el resto de la familia real no ofrecieron ningún tipo de apoyo en lo que respecta a la atención de la prensa agresiva e intrusiva, ya que a menudo había más de 30 fotógrafos esperando fuera de su casa particular diariamente para retratarla. "Simplemente me dijeron: 'Estás por tu cuenta", le contó al Times años atrás.
7- La popularidad de Diana irritaba a Carlos
Durante su relación con el príncipe Carlos, la princesa Diana experimentó una transformación sorprendente, convirtiéndose en una de las personas de la realeza más populares y amadas de la historia. La "dianamanía" se apoderó de la nación e incluso del mundo. Como Ingrid Seward, editora de Majesty Magazine -explicó al Time- su fama era astronómica. "Nadie en la Familia Real lo había experimentado antes", proclamó y es por eso que, eventualmente, fue bautizada como la "Princesa del Pueblo".
8- La pareja no compartía gustos ni amigos en común
Tras varios meses de matrimonio, los príncipes no lograron adaptarse como pareja debido a que sus intereses y gustos eran muy diferentes. De hecho Howard Hodgson biógrafo de Carlos en The Man Who Will Be King, aclara que la pasión del royal por la naturaleza resultó ser "imposible" para Diana. Si bien le encantaba pasar tiempo en el castillo de Balmoral en un principio, eventualmente la finca rural fue relacionada con "soledad y aburrimiento" por Diana. Otra revelación que hizo Karen Mooney (la ex empleada de la Casa Real), Carlos no toleraba las amistades de Diana y esta no comprendía el entusiasmo de su esposo por el polo, jardinería y los sonetos de Shakespeare.
9- Carlos deseaba tener una hija
En grabaciones de la princesa Diana que tiene Andrew Morton, ella reveló que aumentaron las tensiones entre ella y su marido después del nacimiento del príncipe Harry, su segundo hijo. Sorprendentemente, la pareja había pasado por un período relativamente tranquilo antes del nacimiento de Harry. "Carlos y yo estuvimos muy cerca seis semanas antes de que naciera Harry, lo más próximo que estuvimos en todo nuestro matrimonio", compartió a Good Housekeeping. Tan pronto como nació el bebé, "todo se fue por el desagüe, Carlos quería una nena", publicó Express.co.uk
10- Infidelidades mutuas
Las cosas se volvieron tan tensas y desagradables entre Diana y Carlos, que ambos buscaron amor y afecto en otra parte. Cuatro años después de su unión, Diana se enamoró de su guardaespaldas, Barry Mannakee, como afirma el diario inglés The Guardian. También se la vinculó con el oficial James Hewitt, quien entraba a escondidas al Palacio de Kensington en el baúl del automóvil de la princesa, según The Sun. No obstante, Carlos veía a otras mujeres y también a Camilla Parker Bowles.
La relación entre Diana y Carlos mejoró después de su divorcio.
Según relató Sally Bedell Smith en su biografía El príncipe Carlos: las pasiones y paradojas de una vida improbable, el heredero al trono visitaba a menudo a su ex esposa y charlaba con ella sobre los príncipes William y Harry. En el libro The Diana Chronicles, la autora Tina Brown afirmó que la relación "definitivamente se estaba calmando" después del divorcio. "Hablaron sobre sus filantropías. Y ella había aceptado finalmente a Camilla", escribió Brown para Elle magazine.
Lamentablemente, esta nueva "amistad" no duró, ya que Diana murió trágicamente en un accidente automovilístico en París en 1997. Según una de sus amigas, Simone Simmonds, Carlos estaba devastado tras enterarse del accidente. Como ella le dijo al Daily Mail, "se dio cuenta de que la amaba después de su muerte".
