Mónica Cahen D'Anvers y César Mascetti han logrado construir un verdadero paraíso en el cual viven lejos del caos porteño y el cual se transformó en uno de los puntos de referencia de San Pedro. Es que desde hace casi veinte años, la querida pareja cambió las red carpets de premios como el Martín Fierro por eventos más terrenales como la Fiesta Provincial de San Pedro en donde se ganaron el premio al “durazno de oro”.
Unos días antes de la Navidad del 2003 dijeron “hasta siempre” y comenzaron un camino cerca de la naturaleza y emprendieron comercialmente distintos desarrollos: desde la venta de productos autóctonos como mermeladas, frutas y también la posibilidad de ofrecer almuerzos y días de campo. “La Campiña es nuestra AFJP”, definió ella en una entrevista con Clarín hace unas pocas semanas.
Así es La Campiña
El predio emplazado en el cruce de las rutas 9 y 1001 en un principio contó con solamente 12 hectáreas y 4 mil plantas de naranja, pero en la actualidad la cifra de árboles frutales asciende a 100 mil. Si bien en la actualidad ya no exportan naranjas, los trabajos de cultivos continúan intactos.
“Durante la pandemia, por ejemplo, implementaron los deliverys porque la gente no podía ir entonces se encargaron de hacerles llegar lo que pedían”, afirmó Sandra Mihanovich al lamenta el bajón de demanda que tuvieron producto del aislamiento por las restricciones sanitarias.
“La pensamos como un lugar para “cargar las pilas”, como el cable a tierra necesario para dejar de lado, por un rato, el agitado trajín semanal. La idea fue crear una chacra productivo-placentera al estilo europeo, y elegimos San Pedro por la naturaleza del lugar y porque es el pueblo donde nació César: su familia llegó a mitad del siglo pasado. Una de las plantaciones lleva el nombre de El Independiente en homenaje al diario que fundó su abuelo en 1894”, dicen desde el lugar.
Además de un extenso campo con plantaciones, huerta, un invernáculo y un palomar que cuida especialmente César, el restaurante es el punto que ofrece uno de los grandes atractivos. Allí se sirven platos clásicos de la cocina argentina con el asado como máximo referente y la Copa Campiña como el postre predilecto que se hace con naranjas del lugar.
Credito Fotos: La campiña.