Luisana Lopilato y Mariano Martínez se conocieron en 2004, cuando ambos formaron parte de un viaje de prensa a Brasil. En aquel entonces, siendo dos de los actores del momento, en seguida comenzaron a correr los rumores de que algo pasaba entre ellos aunque lo negaron rotundamente.
Pero, después de haber sido fotografiados juntos en reiteradas oportunidades, Mariano salió a aclarar lo que sucedía: “Con ella nos estamos conociendo. Por ahora no quiero programar nada ni necesito dar explicaciones a nadie. Así estamos muy bien”.
Luisana, por su parte, dijo en otra oportunidad: “Ahora tengo mucho trabajo y cuando estás con alguien le tenés que dedicar tiempo”, siendo más esquiva que quien, se decía, era su novio.
Para ambos la situación era compleja, ya que en el comienzo de su historia no querían llamar la atención pero les era imposible. Sumado a la revuelta mediática por el éxito de ambos, que ella tuviera 17 años y él 26 también despertaba polémica y debate.
El tiempo pasó, las cosas se fueron acomodando y la relación se consolidó: tanto que llegaron a hablar de planes de casamiento, mientras comenzaban a convivir.
Hacia el 2006, con dos años de relación, son convocados para trabajan en Alma Pirata, una serie producida por Cris Morena que llegó a sus carreras y los tuvo como protagonistas en un elenco de lujo. A la telenovela le iba muy bien aunque entre los dos las cosas comenzaron a empeorar.
Los celos de Mariano, porque en la segunda temporada de la ficción Luisana debía besarse con Nicolás Vázquez, uno de sus amigos, eran un problema. La situación tenía a la actriz contra las cuerdas, ya que cargaba con la presión de mantenerse en la ficción y a la vez era parte de la exitosa Casados con Hijos. En un contexto de discusiones y de confusión emocional, la pareja se terminó.
Las causas de la ruptura
Mucho se habló de cuáles habían sido las razones por las que la pareja había terminado y una de ellas aludía a la diferencia de edad entre ellos. También se dijo que había celos entre ellos, dado que a Mariano lo pondría celoso los fogosos besos que la actriz se daba con Nicolás Vázquez.
Si bien ninguna versión se aclaró oficialmente, se sabía que había sido él quien había tomado la decisión de terminar la relación, lo que le habría generado a Luisana un estado de gran tristeza: estuvo tan mal por la separación que hasta faltó durante tres días seguidos a las grabaciones de los dos programas en los que trabajaba, según se dijo, porque no encontraba consuelo y se la pasaba llorando.