Tanto si trabajas siempre desde casa como si lo haces de manera ocasional, necesitas de un buen escritorio. Pero... ¿En qué hay que fijarse para saber cuál es el indicado?.
Según el reconocido medio español Arquitectura y Diseño, el consejo estrella sería elegir la mesa en función del uso que se le va a dar. Y es que después de todo, no es lo mismo si se va a utilizar a diario o de manera ocasional, y si necesitas que cuente con un espacio de almacenamiento o no.
Aunque la estética no debe anteponerse a la funcionalidad, también es cierto que la mesa de trabajo debe gustarnos y encajar en el espacio. En este sentido, colocarla en una habitación independiente de la casa sin restricciones de espacio ni condiciones de estilo, será bastante más fácil que si la necesitas de unas medidas específicas para un ambiente ya amueblado.
El tipo de trabajo a realizar también es importante a la hora de escoger la forma de la mesa de trabajo. En la actualidad, las pantallas planas han disminuido el espacio necesario para el trabajo con el ordenador, pero si necesitás de varias pantallas, entonces la cosa cambia.
Además de resultar cómoda, la mesa de trabajo debe cumplir las normas de ergonomía para que tu salud no se pueda ver perjudicada, tanto a corto como a largo plazo. La altura de una mesa estándar suele ser entre 70 y 75 centímetros, variando bastante en el ancho aunque la tendencia se orienta hacia mesas cada vez más estrechas.
Si bien las mesas rectangulares son las más comunes, si te decidís por una mesa más profesional de oficina, podés encontrar distintas formas, como en "L" para aprovechar muy bien las esquinas o en "U" para grandes espacios.
Las mesas de madera suelen ser las favoritas por su versatilidad, mantenimiento y acabados. Asimismo, también existen opciones como la melamina que se presenta como una forma sostenible de decoración. Se trata de un compuesto orgánico que, tras unirse con otros materiales, da lugar a un material sintético muy resistente llamado resina melamínica. Esto le otorga una superficie totalmente cerrada, libre de poros y dura que ofrece resistencia al calor y a los líquidos agresivos, perfecta para el acabado visual de la mesa de trabajo.
Por último, también es importante prestar atención a la silla. Es clave que sea cómoda y encaje en la mesa de tal modo que no se tenga que forzar la postura al escribir o trabajar con la computadora.