Este sábado Ana García Moritán recibió el sacramento del bautismo y sus papás, Pampita y Roberto García Moritán, festejaron a lo grande con un evento a todo lujo y emoción en su propia casa de Nordelta.
Tanto la ceremonio religiosa como la reunión con amigos y familiares se llevó a cabo en el jardín que la pareja posee en la propiedad, a orillas del lago artificial, en un ambiente exquisitamente decorado con flores, globos y mantelería blanca, color que se repitió en el dress code de los hombres -todos asistieron con camisas al tono-, y la ropa de la beba y de Pampita.
Y la diferencia fueron los detalles: En la mesa, amorosamente decorada para que cada invitado se sentara a disfrutar de la cena, había un osito de peluche blanco a modo de souvenir, floreros y centros de mesa con jazmines y otras flores blancas y servilletas en rosado.
Sobre la mesa se había colocado una armazón tipo gazebo cubierta de globos y luces, las cuales al caer la noche se encendieron para dar calidez y belleza al lugar. La pileta de natación de la casa, que quedaba contigua al lugar del festejo, se había decorado con velas.
La ceremonia, que se realizó al aire libre y para el momento del sacramento del bautismo, se usó una jofaina antigua.
Los padrinos de Ana
Los padrinos elegidos fueron cuatro: Luciana Pizzolorusso y María Carola Carrasco, amigas chilenas que Pampita conoció cuando vivía en ese país, fueron las madrinas; y Francisco García Moritán y Joaquín Juana, hermano y amigo de Roberto, fueron los padrinos.
También estuvieron presentes amigos y familiares tanto de Pampita como de Roberto, y todos posaron con Ana.
Pampita y Roberto con todos sus hijos. Ana con su tío Guille Ardohain.
Angie Balbiani, reciente mamá de Cósimo, no quiso perderse el bautismo de Ana y posó con su amiga Pampita y con los dos bebés
Las estampitas con el guiño hacia Blanquita
Las estampitas y los souvenires del bautismo tenían un guiño hacia Blanquita, la hija de Pampita que murió en 2012: todos tenían el sello del Sagrado Corazón. Dicha imagen fue la elegida por Luciana Pizolorusso para el cunero que le regaló a Ana cuando nació. Y era el mismo que tenía Blanca en su cuna cuando era bebé.
En cuanto a los souvenires, se trató de una medallita con la misma imagen, amorosamente presentado en una caja blanca.
La torta de bautismo
La impactante torta de Ana era blanca y estaba decorada con flores y macarrons al tono dispuestos en cascada. Y tenía una cruz dorada como identificación de la ceremonia religiosa.