Corría el año 2019 cuando Lourdes Sánchez estaba volviendo en avión de un viaje y comenzó a sentir dolores en la zona abdominal. Ni bien arribó a Buenos Aires fue al médico, se hizo estudios y le descubrieron un quiste que se reabsorbería con medicamentos, pero lo cierto es que los dolores no mermaban a pesar de que el tiempo avanzaba.
Es por eso que se realizó nuevos exámenes y el cuadro cambió: los médicos determinaron que finalmente padecía una infección y la tuvieron que operar de urgencia durante tres horas para sacarle el apéndice y las trompas de Falopio. “Se encontraron con algo bastante grave, estaba todo infectado. Las trompas de Falopio pegadas al útero...”, había contado por aquel entonces.
Esto generó que de ahora en más, en caso de querer volver a ser madre, se deba someter a un tratamiento. “Puedo ser mama, pero no quedar embarazada de forma natural. Soy joven, tengo 33 años y no me cierro a esa idea”, había advertido.
La sensación de haber estado al borde de la muerte
Hace unos días, la esposa del Chato Prada brindó una entrevista a “Soy tan biutiful” en FM POP y recordó este drama que vivió. “Me asusté mucho. Todo lo que tomaba me hacía sentir mal, ya estaba consciente y me preguntaba si iba a estar bien. Entré (al quirófano) pensando que iba a ser una cosa y cuando me despierto me dicen que casi me muero. Me tuvieron que extirpar las trompas de Falopio y el apéndice”, manifestó.
“Es la típica de cuando escuchás ‘estuve cerca de la muerte y empecé a ver la vida de otra manera’. Todavía recuerdo esa primera vez que salí del sanatorio que me pegó el sol y agradecí, que te toque el sol en la cara, mirar al cielo, las nubes... Lo cuento y me da piel de gallina. Estar caminando en la calle, una cosa totalmente común y que lo hacemos todos los días, lo valorás de otra manera, sin dudas. Estuve como diez días, fueron bastantes porque, encima, después de la operación me sentía muy mal”, cerró.
