En patios, jardines, balcones o terrazas, el limonero se consagra como uno de los árboles frutales más populares para cultivar directamente en tierra o en macetas de gran tamaño.
Lo mejor de todo, es que no requiere de cuidados muy exigentes y se puede reproducir fácilmente mediante esquejes. Sólo deberás esperar unos tres años para observar su producción. Aquí, un paso a paso para que te animes a hacerlo vos misma. ¡Manos a la obra!.
¿Cuándo conviene hacer la reproducción?
La mejor época para reproducir un limonero a partir de esquejes es cuando finaliza el verano y termine la cosecha de los frutos. Podés aprovechar y hacerlo de forma conjunta con la poda.
Paso a paso: cómo reproducir un limonero a partir de esquejes
1. Elegir un esqueje. Se recomienda optar por una rama joven y en perfectas condiciones. Una de las posibilidades es aprovechar los "chupones" que salieron del tallo principal o privilegiar aquellos brotes jóvenes de unos 20 centímetros que no hayan sido afectados por plagas y estén sanos.
2. Cortar el esqueje. Se cortan de unos 20-25 cm de longitud y se eliminan todas las hojas excepto 2 o 3 -cuanto más gruesa sea la rama, más hojas se pueden dejar-.
3. Cubrir el esqueje con una bolsa de plástico transparente. Como estos esquejes conservan algunas hojas, es fundamental evitar que un ambiente demasiado seco acelere su deshidratación a través de los estomas (poros) de las hojas. Cada 2 días hay que levantarla para que se ventile la planta y evitar así la aparición de hongos sobre el esqueje.
4. Preparar la maceta. Esta es la forma más cómoda y segura, ya que permite ajustar las condiciones climáticas para que resulten favorables los resultados del esquejado. Se debe incorporar un sustrato rico en materia orgánica y con un buen drenaje. Se puede colocar un poco de arena en la mezcla.
5. Plantar el brote. Si bien lo ideal es plantarlo en el momento, también se puede conservar en agua evitando extender por mucho tiempo la estadía ya que este árbol frutal es muy sensible a la humedad y podría pudrirse. (Se recomienda incorporar un poco canela en el agua para evitar que crezcan hongos).
6. Aplicar hormonas de enraizamiento. Si bien no son imprescindibles para que el esqueje emita raíces, pueden facilitar mucho el proceso.