El ayuno intermitente es mencionado, en ocasiones y sin la información adecuada, como una forma de alimentación que tiene como único objetivo el descenso de peso. Pero, en realidad, hay mucho más para decir de este hábito y es por eso que fuimos en busca de una especialista, la doctora Sánchez Calvin, Médica especialista en nutrición, psicología médica y experta en psiconutrición (MN 121757).
-¿Por qué es beneficioso para la salud el ayuno intermitente?
-Hay numerosos estudios que revelaron que intercalar períodos de ayuno con períodos de ingesta fomenta la salud celular, porque activa el cambio metabólico ancestral, el que se adapta a períodos de escasez alimentaria. Este cambio ocurre cuando las células agotan las reservas de glucosa y emplean las grasas como fuente de energía mediante procesos metabólicos más lentos.
En este sentido, amplía que los "efectos beneficiosos vienen de la respuesta adaptativa celular que activa vías metabólicas que mejoran la regulación de glucosa, aumentan la resistencia al estrés y suprimen la inflamación. Este puede usarse junto a las terapias cetogénicas, como estrategia a mejorar o entrar en cetosis".
Según explica la Dra. Sánchez Calvin, en muchos casos se combinan estos períodos sin consumir alimentos "con una dieta cetogénica, a veces, con la idea de buscar el descenso de peso al bajar la ingesta de carbohidratos a 20-50 gr al día o al 10% del total, para que el cuerpo utilice su propia grasa como combustible", explica y advierte: "Pero sabemos que las dietas no sirven y que, en poco tiempo si el paciente no pudo cambiar sus hábitos, volverá a ganar lo descendido".
-¿Por qué "intermitente"?
-Los estudios indican que este cambio mejora la regulación de la glucemia, aumenta la resistencia ante el estrés oxidativo y disminuye la inflamación. Los ayunos son paulatinos, los iniciales de 10-12 horas de duración lo puede hacer cualquiera de nosotros dado que, si la última comida del día es a las 20-21 y desayunas a las 8, ya cumpliste el ayuno. La intermitencia permite que pueda mantenerse a largo plazo de manera natural y fisiológica.
-¿Está indicado para deportistas de alta competencia o alguien que va al gimnasio, hace crossfit, ciclismo o fútbol, por ejemplo, puede hacerlo?
-Se sabe que con el ayuno consciente le devolvemos a nuestros mecanismos enzimáticos la flexibilidad metabólica ancestral, de recurrir a obtener energía de las grasas almacenadas en los tejidos, en lugar de requerir de la ingesta constante de carbohidratos y disminuimos el grado de envejecimiento prematuro por reducir los procesos de inflamación de nuestro organismo. Pero es importante señalar que cada paciente debe consultar a su médico, ya que no hay tratamientos, hay pacientes únicos e irrepetibles con diferentes necesidades.
- ¿Qué sucede en el caso de las personas que realizan actividad física durante las mañanas y lo quieren hacer?
Lo pueden hacer, mientras luego sepan cómo realizar su primer ingesta post entreno. Nos falta mucha evidencia científica a largo plazo sobre el ayuno intermitente, pero la recomendación de hacer cuatro comidas diarias y dos colaciones tampoco tiene ninguna evidencia científica. Por este motivo es importante escuchar a nuestros pacientes y empoderarlos en sus decisiones nutricionales con herramientas que les permitan tener consciencia plena y tomar sus propias decisiones de cuándo, cómo, dónde, cuánto y qué comer.
En este sentido, agrega que lo más novedoso es la Neuroketoterapia (que recomienda hacer bajo supervisión médica) para obtener de ella cambios positivos metabólicos en nuestro organismo, de los que existe evidencia científica. "Mejora la respiración mitocondrial ósea, disminuye la oxidación y, con esto, el envejecimiento, atenúan el estrés oxidativo y reducen la inflamación. Todos aspectos positivos para nuestro organismo, pero ninguno tiene que ver con la búsqueda del descenso de peso", aclara.
Asimismo, explica que hay dos maneras de ponerlo en práctica. "La alimentación con horario restringido, que promueve que se ingieran todas las comidas del día en un período de 6 u 8 horas, durante dos días por semana se limitan a comer una sola comida diaria de tamaño mediano. También están el ayuno periódico, en el cual no se consumen alimentos ni bebidas calóricas durante un día y el que alterna un día sí, y un día no, por ejemplo".
Y, como consejo final, la doctora sugiere: "Encontrá un médico que pueda acompañar tu camino hacia los cambios de hábitos, que escuche tus objetivos y que sepa cuáles son las mejores herramientas en cada paso que das, para vos, con tu nombre y apellido, y por último, ¡buscá tu última nutri, no tu última dieta!".