La Reina Letizia vive días que no son agradables para ella, pues el 7 de febrero se cumplieron 15 años de la muerte de Érika Ortiz, su hermana menor, que fue hallada muerte en su departamento en Madrid y constituyó uno de los momentos más duros que ha tenido la madre de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía a lo largo de su vida.
La esposa del Rey Felipe en su momento se encontraba embarazada de su segunda hija cuando se enteró que su hermana había fallecido. Con el tiempo se supo que Érika Ortiz se había suicidado y el dolor de la asturiana fue muy grande y se notó en el momento del funeral donde se la vio muy acongojada por los hechos.
La Reina Letizia recibió el consuelo de todas su familia como también del hoy Emérito Rey Juan Carlos I como también de la Reina Sofía que asistieron a dar sus respetos y condolencias al igual que la Infanta Elena, la Infanta Cristina y sus respectos maridos.
El Rey Felipe acompañó a su esposa en todo momento y también se lo notó dolido por las circunstancias inesperadas del momento. Incluso, el actual monarca tuvo hasta la peculiaridad de pedirle disculpas a la prensa ese día convocada por el "remojón" al que estaban expuestos pues ese día cayó una lluvia considerable sobre Madrid.
La Reina Letizia rara vez ha hablado sobre estos hechos, más allá que no tiene por qué hacerlo. Sin embargo, es justo decirlo, se nota que a la madre de Leonor y Sofía pasó por un antes y un después a partir de esta situación. Aunque, hay algo bueno dentro de esta historia por más que es un dato que inicialmente fue doloroso. Érika Ortiz tenía a una hija que entonces solo sumaba 6 años pero hoy está próxima a debutar como actriz. Hablamos de Carla Vigo, sobrina de la Reina Consorte, quien hoy por hoy va a iniciarse en las tablas de la mano de Rafael Amargo y cumplirá de esta manera su anhelo de desarrollar una carrera artística donde se la nota cómoda y con futuro.
