La dama de noche se consagra como una de las mejores flores para llenar patios y jardines de elegancia, belleza y exoticidad.
Sin embargo, hay un detalle que la diferencia del resto y es que su magia está en el evocador perfume que desprenden sus flores, las cuales se abren únicamente durante las noches de verano y solo duran unas pocas horas.
También conocida como 'galán de la noche', Epiphyllum oxypetalum (su nombre científico) es un arbusto que forma parte de la familia de los cactus aunque tiene la particularidad de no tener espinas.
Originaria del continente americano, se desarrolla con facilidad en climas tropicales y se trata de una planta de una sola estación que puede durar muchos años si se la cuida bien, sobre todo durante el invierno cuando resulta fundamental aportarle los nutrientes necesarios para que mantenga su vigor y pueda desarrollarse sin problemas llegado el buen tiempo.
A pesar de que su aspecto y crecimiento puede resultar algo desordenado y poco estético para muchas personas, sus hojas y flores no dejan de ser dignas de apreciar y resultan perfectas para aportar un toque exótico y súper rústico.
Cuidados de la dama de noche
- Luz: necesita de sombra parcial para poder desarrollarse correctamente y se recomienda evitar los extremos: pleno sol y sombra total.
- Temperatura: prefiere los climas cálidos y los inviernos no muy fríos.
- Riegos: no necesita de riegos muy frecuentes: basta con hacerlo cada dos días evitando los encharcamientos y asegurandonos que el sustrato esté seco entre riego y riego.
- Sustrato: si bien no es muy exigente y se puede adaptar a cualquier tipo de suelos, se recomienda optar por uno rico en nutrientes y con un buen drenaje.
- Fertilizante: conviene siempre agregar, junto con el agua de riego durante toda la primavera y el verano, algún fertilizante líquido indicado para esta especie.
- Poda: se recomienda cortar sus ramas cuando termine el invierno.