Milán es el foco de moda durante estos días ya que se están presentando grandes colecciones. Max Mara fue una de ellas que sorprendió con su sofisticada colección de invierno.
La colección se llamó Weekend y su fuente de inspiración fue la arquitecta, diseñadora textil y escultora Sophie Taeuber-Arp, cuyos amigos Wassily Kandinsky, Paul Klee, Giorgio de Chirico, Max Ernst y Guillaume Apollinaire se congregaban en el Cabaret Voltaire de Zúrich, donde Taeuber-Arp exhibía sus improvisados trajes y marionetas.
La musa modernista de Ian Griffiths, su diseñador, dió lugar a una gran colección de volumen espectacular, con prendas de telas poco probables pero favorecedoras, todo en una paleta de colores otoñales.
Bella Hadid fue una de las top models que se destacó con un conjunto marrón de falda en forma de capullo, blusa de punto elegante y una riñonera de piel de oveja, todo en las proporciones más exquisitas.
Se realizaron prendas en piel de oso que si bien eran poco favorecedoras delineaban una silueta delicada y muy femenina.
Los suéters de cachemir se combinaron con pantalones sastreros anchos remangados y también se combinaron con minifaldas acolchadas y amplios abrigos.
Grandes proporciones que nos recuerdan a los pantalones palazzo o acampanados, también se vieron en la pasarela de Max Mara, donde quedó demostrado que la ropa tradicional puede ser por igual funcional y elegante.
Ian también respaldó una importante tendencia europea: el pasamontañas, el cual fue visto en tejidos de lana o capuchas que envuelven la cabeza.