No es novedad que los árboles son tendencia en interiorismo y conquistan todo tipo de casas: desde las más nórdicas, minimalistas y mediterráneas hasta las más clásicas y rústicas.
Y el olivo es uno de los favoritos. No sólo por su increíble resistencia y escasos cuidados, sino también por su belleza única que llama la atención y conquista a primera vista.
Símbolo de paz y celebración, se consagra como una de las especies favoritas para decorar los más diversos ambientes de la casa.
En esquinas, cerca de las ventanas, y presentados -en su mayoría- en macetas en formato XXL, aportan un toque natural muy elegante y sutil.
Un árbol con historia y con alta simbología en Semana Santa
El olivo es un árbol ancestral. Llegó a Europa en el 1050 AC de la mano de los fenicios; fue venerado por los griegos como árbol mitológico; aparece en el Génesis en forma de rama para anunciarle a Noe el final del diluvio, pero también en el nuevo testamento, ya que Jesús, según cuenta la leyenda, fue crucificado en una cruz hecha de madera de olivo.
El Monte de los Olivos, en la lado oriental de la antigua Jerusalén, fue donde Jesús se reunió con sus discípulos antes de ser arrestado por los romanos. Hoy cobija cientos de tumbas de árabes y judíos por igual, que creen que por allí descenderá el Mesías.
El olivo llegó a América en el segundo viaje de Colón y los colones españoles lo esparcieron por todo el continente: así llegó también a estas tierras.
Cómo cuidar un árbol de olivo en interiores
Si bien es cierto que es un árbol de exterior, siempre que se le garanticen las condiciones adecuadas de atención, puede vivir sin problemas en cualquier espacio interior.
Lo ideal es elegir un arbolito que tenga tronco y por lo menos cuatro ramas y algunas hojas.
- Maceta: para que crezca bien y prospere, tiene que ser de unos 50 cm como mínimo. Si son de arcilla mucho mejoro, ya que permiten que las raíces transpiren. Dato: cuando se cultiva en maceta, es raro que supere los 3 metros de altura.
- Ubicación: lo ideal es ponerlo cerca de una ventana en un espacio soleado y bien amplio. Se recomienda sol directo al menos durante unas seis horas diarias.
- Temperatura: es un árbol cero exigente ya que puede soportar tanto el frío como el calor.
- Riegos: durante el primero año deben ser frecuentes pero moderados, y siempre dejando que el sustrato se seque bien entre riego y riego ya que no tolera los encharcamientos. Luego conviene reducir ir reduciendo la frecuencia.
- Sustrato: necesita un suelo suelto y bien drenado. La mezcla para cactus puede ser una buena opción.
- Fertilizante: con aporte anual de abono es más que suficiente y se recomienda utilizar uno orgánico (compost o estiércol).