La reina Isabel II es, hasta el momento, la segunda monarca más longeva de la historia y en sus 70 años en el trono siempre tuvo el gran apoyo de su familia, principalmente de su hermana, Margarita. Ambas fueron muy unidas y grandes confidentes, hasta que ella murió en 2002.
Los padres de ambas, Jorge VI e Isabel Bowes-Lyon (duques de York) le dieron la bienvenida a su primera hija, Isabel, en 1926. Cuatro años más tarde nació Margarita. En aquel entonces, ninguna de ellas era princesa dado que su padre no era el heredero al trono sino su hermano, Eduardo VIII.
Esto cambió cuando Eduardo VIII asumió al trono estaba enamorado de Wallis Simpson, una americana divorciada, algo totalmente prohibido por la Corona: en ese entonces y tenían prohibido casarse. En consecuencia, luego de un año abdicó y su lugar ocupó el segundo en línea de sucesión, Jorge VI, por lo que Isabel pasó a ser futura reina de Reino Unido y Margarita, princesa.
La rebeldía de Margarita y el amor por su hermana, Isabel
La princesa Margarita siempre fue un integrante controvertido dentro de la Corona británica por su rebeldía y su carácter, incluso muchos indican que era más extrovertida que su hermana. Fue una fumadora empedernida y era conocida por sus constantes fiestas elitistas llenas de alcohol y bailes.
Si bien sentía un gran amor hacia su hermana, tuvieron momentos difíciles, principalmente a mediados de la década de 1950. Margarita tuvo un romance con el coronel Peter Townsend, un hombre divorciado, con dos hijos y 16 años mayor que ella, algo generó un gran escándalo en la sociedad.
Townsend le propuso matrimonio y si bien su hermana (ya siendo reina), aprobó el casamiento, la Iglesia y el gabinete británico se opusieron rotundamente. En ese entonces tenía 25 años y al darse cuenta todos los problemas que podría causarle a Isabel II (y a ella misma) emitió un comunicado informando el fin de la relación.
Los últimos años de la princesa Margarita
Margarita se casó con Antony Armstrong-Jones, conde de Snowdon, en 1960 con quien tuvo dos hijos, David y Sara. El amor llegó a su fin en 1978 junto a un divorcio, el primero de un miembro de alto rango de la familia real británica desde la princesa Victoria Melita de Edimburgo en 1901.
Los últimos años de la princesa fueron difíciles por cuestiones de salud, ya que sufrió diversas enfermedades. Al ser fumadora desde los 15 años, en 1985 le extirparon el pulmón izquierdo y si bien dejó de fumar, se volcó a beber alcohol en exceso.
Además, tuvo que ser internada por neumonía, sufrió un derrame cerebral en su casa de vacaciones en Mustique, tuvo una caída fuerte que afectó su movilidad para caminar y un accidente cerebrovascular la había dejado con visión parcial y parálisis en el lado izquierdo. Murió el 9 de febrero de 2002 a los 71 años, en el Hospital Rey Eduardo VII de Londres.
Las últimas veces que se dejó ver en público antes de morir fue en 2001 para celebrar los 101 años de su madre, Isabel, quien falleció un mes después que ella. Hoy, la reina Isabel II la recuerda en las redes sociales, donde su equipo ha compartido varias fotos de la Princesa en muchas oportunidades.