Beso a Beso me enamoré de ti… El famoso beso entre los recién casados con el que se concluyen las ceremonias nupciales era parte de ritos paganos, significaba asumir vínculo legal y representaba el permiso del cura o juez ‘puede besar a la novia’, permiso casi parental para la actividad sexual de la nueva pareja. En el Día Internacional del Beso, que se celebra el 13 de abril, se celebra como un homenaje al beso de más larga duración que se ha registrado en la historia para conmemorar el Día de San Valentín, te contamos por qué es tan importante este gesto amoroso en toda relación de pareja.
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En sexología decimos que el beso humano es más íntimo que el encuentro sexual tal como lo conocemos, esto es, coito con penetración vaginal o anal. Porque el beso es un intercambio de aromas, sabores y texturas, involucra miradas y olores.
Para el beso se usa la boca, que es una zona erógena, que consta de revestimiento cutáneo mucoso susceptible de ser asiento de una excitación de tipo sexual. Cualquier zona del cuerpo puede ser erógena, pero existen zonas privilegiadas porque reciben máxima atención, cuidados y excitaciones como la anal, oral y genital.
La boca es el primer requisito para el beso, pero ¿cómo produce la boca el beso? Se produce por una especie de movimientos de succión de los músculos de los labios acompañado de un sonido, débil o mas fuerte. Cuando nos besamos el cortisol -hormona de estrés- baja considerablemente.
Muchas personas manifiestan que si el beso no les gusta, no avanzan en un encuentro sexual. A las parejas les recomendamos mucho besarse durante el día, saludarse con un beso bastante húmedo en la boca y no ese piquito rápido, ya que esto alimenta la erótica y conecta con esa persona. Recordar que si nos dan ganas de besar a la pareja, si se siente atracción, si le gustan los besos es muy probable que haya mas ganas de tener un encuentro sexual.
Las parejas que no se besan en la cotidiana les suele costar más encontrarse en la desnudez y en el disfrute de los cuerpos. Los besos desencadenan mensajes neuronales y sustancias químicas en el cuerpo, según Helen Fisher -antropóloga- la saliva del varón tiene testosterona y los hombres prefieren los besos húmedos, donde esta hormona se trasfiere. En cuanto a las mujeres, el beso les sirve para detectar el estado del sistema inmune de su posible pareja. Fisher ha analizado el papel del beso, y asegura que "besar es un poderoso mecanismo de adaptación" presente en más del 90% de las sociedades humanas.
¿Sabías que los chimpancés y los bonobos se besan, los zorros se lamen sus hocicos entre sí, las aves se picotean y los elefantes ponen sus trompas en las bocas de los otros miembros de sus manadas? Evidentemente la biología tiene algo grabado del beso, que se dice es muy cultural.
La sexualidad además de biología es cultura, también religión, economía y política, sí, porque el beso también es político.
A nivel mundial sólo un 10% de la población no tienen incorporado el beso entre sus costumbres, pero como referimos sobre los animales, en muchas culturas los humanos se lamen, se tocan la cara, se chocan las narices, se besan las manos.
Según la revista Scientific American Mind el beso podría haber surgido a partir de los primates que masticaban la comida y después se la daban en la boca a sus hijos. De esta forma comenzó a asociarse un sentimiento de placer (el de comer) con el de juntar los labios, que sumado a las miles de terminaciones de nerviosas de las bocas y toda la química que desencadenan puede haber provocado la evolución del beso como lo conocemos hoy en día.
Según el Kamasutra hay mas de 30 formas de besar. Los labios tienen 100 veces más sensibilidad que los dedos. Hay sustancias que se liberan en un beso apasionado: dopamina, llamada hormona del placer; la adrenalina, aumenta la sudoración y la frecuencia cardíaca y también la dilatación de las pupilas; y la oxitocina llamada hormona del amor que genera apego.
Lo importante es el beso prolongado
Hay quienes clasifican los besos en besos de pasión, son lo que están presentes entre personas que sienten deseos eróticos; los besos de amor, son aquellos en los que puede haber deseo erótico o pueden ser manifestados en vínculos de padres, madres, hijos, a los que siempre se ‘”llena de besos”’ como manifestación de amor; los besos de respeto/compromiso, son aquellos que damos ante personas que conocemos hace poco o sentimos distancia en lo afectivo; besos de amistad con lo que saludamos a cercanos, amigos, amigas y personas que alguien nos presenta.
Los griegos decían que el beso es la llave del paraíso. Y si lo pensamos en la práctica, puede llevarnos a un paraíso o puede querer llevarnos a salir de ahí, cuando por ejemplo ese beso más que atracción ocasiona rechazo porque inundó nuestra cara, porque fue sólo choque de lenguas, porque golpeó los dientes contra los de la otra persona o porque tenía mal aliento.
En la clínica sexológica hablamos de repelentes sexuales y entre ellos está el “’mal aliento”’ como el gran repelente que antes que iniciar o avivar la llama la apaga con la manguera de bombero. Ya se sabe que con el beso se trasmiten bacterias, por ello para poder disfrutar y que la persona que se besa no salga huyendo hay que mantener una buena higiene bucal y digestiva y les sumo un tip: nuez moscada y clavo de olor ayudan a este flagelo.
Cuando las salivas se mezclan la química se potencia, prueban su piel, su temperatura, sus fluidos y su propio y tan único gusto. Una expresión habitual suele ser: que ricos son tus besos, lo que pone de relieve el gusto que siente esa persona al besar a esa otra tan única y particular.
Un beso pone la piel de gallina o me convierte en el correcaminos, me quedo o salgo huyendo.
Labios, lengua y boca detectan y transmiten al cerebro una gama de sensaciones y a su vez el cerebro procesa esos mensajes y los vincula a reacciones de la conducta y a funciones psicológicas. El espacio consagrado a los mensajes de y hacia los labios es mucho mayor que el destinado a las funciones sensoriales o motoras de todo el torso. Por ello los besos adquieren especial significado en la comunicación y en la emoción. Para disfrutar te sugiero: usá la boca… para besar más y reír que tanto bien le hacen a tu vida sexual.
Fuente: Lic. Analía Lilian Pereyra- Sexóloga Clínica- MP: 22-1773- IG: @licenciadaanaliapereyra
