Una explosión de color, alegría y sensación primaveral es lo que ofrece la flor de San Juan, la planta trepadora que llama la atención de los picaflores y que florece en pleno invierno aún cuando el termómetro roza el bajo cero.
También conocida como Bingonia de invierno, la Pyrostegia venusta (su nombre científico) es de crecimiento rápido y puede alcanzar hasta los 10 metros de altura.
Su máximo atractivo son sus abundantes flores de color naranja y forma de trompeta que se abren en pleno invierno, desafiando el termómetro.
Originario de Brasil, este arbusto trepador es muy utilizado para tapizar muros y pérgolas pero también se lleva en macetas en formato XXL ideales para terrazas.
Cómo cuidar una flor de San Juan o Bignonia de invierno
- Luz: sol pleno o semisombra.
- Ubicación: si bien es capaz de prosperar a la sombra, no producirá muchas flores. Por eso es recomendable ubicarla a pleno sol o semisombra y con un tutor para que pueda trepar sin problemas.
- Temperatura: a pesar de que es resistente y sobrevive al frío, es sensible a las heladas muy fuertes.
- Riego: regular pero moderado ya que no tolera el exceso de agua.
- Sustrato: debe ser fértil y con un buen drenaje que evite los encharcamientos y airee sus raíces.
- Poda: lo ideal es hacerla luego de la floración para que produzca más ramas y flores, y también para controlar su crecimiento ya que puede llegar a ser invasiva.