Julieta Kemble fue una exitosa modelo de la década de los '90, pero no se limitó a esa sola profesión. También es coleccionista -es responsable de las obras de su padre, el artista argentino Kenneth Kemble- y trabajó como panelista en "Intratables" e "Incorrectas". Este jueves, volvió a la pantalla chica al aire de "Los Ángeles de la Mañana", y también está preparando un reality sobre el mundo del polo.
"Me encantó la tele y ahora todo es diferente, porque antes las modelos no opinaban y acá es todo opinión. Estar en el panel con Moria Casán fue maravilloso, tengo mucho afecto por ella, fue muy divertido", expresó en noviembre del año pasado en diálogo con Pía Shaw.
Sin embargo, en una entrevista con ¡Hola! Argentina aseguró que ya no siente que su lugar esté en la televisión, sino que tiene ganas de "explorar las redes, YouTube, Instagram TV". "Mientras lo armo, sigo en este camino de aprendizaje personal. Quiero ser mejor persona y darles un buen ejemplo a mis hijos", remarcó.
De hecho, ese deseo de indagar y tomar nuevos caminos la llevó a separarse de su marido, el polista Justo Saavedra, tras 25 años de casados. "Mi separación estuvo causada por una necesidad mía, muy personal. Charlamos sobre lo que me estaba pasando, barajamos opciones, y él tomó la decisión de mudarse de casa. Un día me pregunté, '¿este matrimonio tiene que seguir así o tiene que haber algún cambio?' Y ahí fui", confesó a la periodista María Güiraldes.
"Durante los últimos veinte años tuve una dedicación absoluta a mis hijos (Octavio, Tasio y Amalia) y me dejé de lado como mujer. Me corrí de mi deseo, de mi feminidad, de mi libido… Fue mucho más bestial que un simple 'me dediqué a los chicos'", reconoció en esa misma entrevista.
A pesar de la ruptura, Julieta Kemble mantuvo un excelente vínculo con su ex, y no descartó la posibilidad de regresar con él. "Somos una familia muy consolidada. El concepto de matrimonio como nos impusieron culturalmente ya pasó de moda, es una estructura antigua", reflexionó meses atrás en su conversación con Pía Shaw. Y agregó: "Estar casada durante tantos años con la misma persona, estar conviviendo y haciendo todo bien en un algún momento se cae y es todo mentira".
Claro que ese cambio en su vida no fue fácil. "Estar sola es dificilísimo. Las mujeres solas no caen bien, y las amigas desaparecen un poco, no te dan una mano ni te invitan a ningún lado", confió. Pero ella no se quedó en el molde, y decidió sola salir en búsqueda de nuevas aventuras: "Descubrí que me gusta mucho bailar, entonces salgo y bailo y después me vuelvo a casa manejando, me encanta. Y también en este tiempo descubrí que el problema no es el amor sino la convivencia, que las cosas no son tan dramáticas cuando uno las tiene claras". Y concluyó: "Quiero más, me gusta vivir a pleno. Soy muy libre y quiero pasarla bien. ¡Hay que patear el tablero, hay que animarse!".
